Por: Pablo Calderón
Suena el despertador, son las 7:00hs de la mañana…otra vez. Abro los ojos, miro el reloj…¡7:35hs! ya no puedo esperar, salgo de la cama o llego tarde…cinco minutos más, vuelvo a mirar, ¡7:50hs! me siento en el borde de la cama, me paro, me vuelvo a sentar…me paro. Camino hacia al baño con mis ojos semi abiertos, abro la ducha, cepillo mis dientes, me paro bajo el agua…
Son las ¡8:10hs! Tendría que estar en mi escritorio, el horario de ingreso es a las 8:00hs…¿dónde están mis zapatos?
8:30hs, llegue tarde…otra vez. Mañana me despierto a las 7:00hs como sea. Ya salude a mis compañeros más cercanos a mi escritorio, enciendo la PC, abro el explorador, ingreso la contraseña de mi correo, elimino el 30% de los nuevos mensajes en bandeja de entrada: descuentos, promociones, el resumen online de mi cuenta corriente (prefiero no mirarlo), entre otros…¿desayuno? Ahora saco un café de la máquina expendedora, unas galletitas y un nuevo dia comienza…¿que tiene de nuevo?
Suena familiar ¿no?. Y si, el 80% de la población activa vive una situación similar todas las mañanas, el famoso “día de la marmota”. Muchos de ustedes habrán visto el film Groundhog day (El Día de la Marmota) protagonizada por Bill Murray donde el mismo día se repite una y otra vez. Otros, simplemente lo llaman “rutina”.
Si bien para algunos es totalmente natural que sea de esa forma, y es totalmente aceptable, otros padecen ese estilo de vida. Ya les comente que muchos hablan del ADN Emprendedor, y creo que tiene que ver con eso.
En las entregas anteriores repasamos lo importante que es tener bien definidos nuestros Objetivos Estratégicos. En el artículo “No es fácil ni Supercalifragilisticoexpialidoso” intentamos definir qué es más fácil a la hora de emprender, si decirlo o hacerlo; vimos que montar una empresa propia no es simple, y que el emprendedor requiere de una personalidad determinada.
Para intentar analizar como debe estar conformada la genética de un emprendedor, voy a citar un extracto del libro Aventuras de Emprendedores escrito por Mar Galtés.
«El emprendedor es optimista por naturaleza», dijo un empresario consolidado. Si hubiera un ADN del emprendedor, este diría que es optimista y tenaz, y puede que hiperactivo, y con buenas dotes de líder y seguridad en sí mismo. Quizás incluso un poco inconsciente. Hombre o mujer, joven o senior, con formación universitaria o con experiencia vivida. No obstante, me atrevería a decir que algo que seguro tienen en común los emprendedores que he conocido a lo largo de los años, es la voluntad de ser dueños de sus propias decisiones. De las correctas y de las equivocadas. Son personas que no quieren dejarse arrastrar río abajo, a merced de la corriente. Son los que prefieren remar, observando el entorno, decidiendo por dónde pasar, cuándo y dónde parar, e ir contracorriente si hace falta. Los que, en definitiva, quieren ser dueños de su propia vida, y lo materializan en su propia empresa. Por eso decimos que ser emprendedor es una actitud, y que se puede ser emprendedor trabajando para otro, o incluso en el tiempo libre, en las vacaciones.
En palabras de Steve Jobs: “Estoy convencido de que la mitad de lo que separa a los emprendedores exitosos de los que no triunfan es la perseverancia.” En el año 2005, este mismo hombre dio un discurso en la Universidad de Standford, seguramente ya lo conocen, sino pueden verlo acá. Para terminar, quiero compartir algunos extractos que me motivan:
Cuando tenía 17 años, leí una cita que decía algo como: “Si vives cada día como si fuera el último, algún día sin duda estarás en lo cierto”. Causó una honda impresión en mí, y desde entonces, por los últimos 33 años, me he mirado en el espejo cada mañana y me pregunto: “Si hoy fuera el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?” Y si la respuesta es no por demasiados días seguidos, sé que necesito cambiar algo.
Tu tiempo es limitado, de modo que no lo malgastes viviendo la vida de alguien distinto. No quedes atrapado en el dogma, que es vivir como otros piensan que deberías vivir. No dejes que los ruidos de las opiniones de los demás acallen tu propia voz interior. Y, lo que es más importante, ten el coraje para hacer lo que te dicen tu corazón y tu intuición.
Tu trabajo va a llenar gran parte de tu vida, y la única forma de estar realmente satisfecho con él es hacer lo que creas que es un gran trabajo. Y la única manera de hacer un trabajo genial es amar lo que haces. Si no lo has encontrado, sigue buscando. No te detengas. Al igual que con todos los asuntos del corazón, lo sabrás cuando lo encuentres. Y, como cualquier gran relación, sólo se pondrá mejor y mejor, conforme los años pasen. Así que sigue buscando hasta que lo encuentres. No te detengas.
Son las 12:00hs, hora de almorzar. Hasta la próxima.