Llegué a casa distraído, pensante y cargado. Lo extraño hubiera sido que no, que, siendo un martes cualquiera, me hubiera regalado el gesto de disfrutar un poco el viento de la ruta, de crear imágenes con los árboles, de distraerme un tanto con la idea de escribir una poesía. Pero no, pesaba más, repetitivamente con muchos otros momentos, eso que debía para mañana, y lo que no llegaría a concretar el miércoles, cosa que adeudaría acumulativamente para el próximo día también. Y así sucesivamente va pasando la cosa. Es a veces, entonces, cuando uno despierta y repara en que lo único urgente es vivir.
Sergio Rober es el padre de Manuel, un pequeño platense de 5 años que fue diagnosticado, en noviembre del año pasado, de padecer leucemia. Luego de comenzar el tratamiento llegaron a la instancia de tener la necesidad de realizar un trasplante de médula ósea.
Cuenta Sergio que el lugar designado para hacer el trasplante es la Fundación Favaloro y que, vía INCUCAI, se hizo una consulta a los bancos de datos tanto a nivel local e internacional para buscar dadores compatibles, o sea, potenciales donantes. “El tema de la compatibilidad es una cuestión estadística- dice-, hay una compatibilidad cada 40 mil donantes. Los que vayan a donar médulas están ayudando a Manuel, a Benjamín (otro niño que se encuentra en similar situación) y a tantos otros chicos de todo el país que están esperando su alma gemela. Tanto el hermanito de Manuel, como la mamá y yo, somos compatibles sólo en un 50 por ciento, entonces, la posibilidad de un rechazo ante un trasplante es muy elevada. Por eso es que salimos a buscar donantes, a hacer la campaña, porque Manuel necesita urgente a alguien que tengan mayor porcentaje de compatibilidad”.