Esta historia comienza en el año 2008 cuando, con 50 años de edad y después de casi 15 de desempeño en la función pública, debí retomar la actividad privada. Soy escritora (escribo cuentos y ensayos) y además de necesitar el ingreso económico, tenía ganas de hacer algo nuevo y distinto
Antes de la actividad pública había trabajado como empleada administrativa, pero lo que me gusta es trabajar sola y por mi cuenta. De hecho, me encanta trabajar en mi casa. Ya tenía referencias acerca del teletrabajo, así que me puse a investigar en Internet para ver si había algo relacionado con lo que mejor sé hacer: escribir.
Mi primer descubrimiento fue que muchísima gente necesita que le escriban textos para sus sitios web. Evidentemente, ¡alguien escribe todo lo que encontramos en Internet! donde la comunicación se produce básicamente a través de la palabra escrita. Comencé suscribiéndome a un sitio web de teletrabajo que me pareció serio y a postular para distintos proyectos. Ingresé al sitio en noviembre de 2008 y conseguí mi primer contrato en febrero de 2009. El sitio tiene un sistema de calificaciones y puntajes, y así pude empezar a hacerme un lugarcito en el mundo de Internet.
Al principio me postulaba en todos los proyectos que podía. Conseguí contratos bastante mal pagos y que me representaban un gran esfuerzo, pero me permitieron formarme una idea bastante clara acerca de las perspectivas futuras del trabajo y fijarme una meta tanto en horas de trabajo como en el ingreso que esperaba obtener. Al comienzo creo que trabajaba 20 horas por día, hasta que conseguí armar mi propia rueda de trabajos, entregas y cobros. Creo que soy buena en lo que hago ya que hace más de un año que no postulo para nuevos trabajos sino que sigo trabajando para mis primeros clientes en una relación profesional que ya lleva dos o tres años, y otros nuevos que llegan por recomendación de los anteriores o gente que me lee en Internet y desea contratarme.
Los comienzos no fueron fáciles y no hubiese llegado a la situación actual sin el apoyo de mi esposo que aguantó mis noches sin dormir y mi dedicación casi exclusiva al trabajo… Mi ventaja es que vivo sola con él y no tengo otras obligaciones familiares, pero por ejemplo una de mis hijas, que tiene dos niñas y también escribe para sitios web, ha encontrado en el teletrabajo una excelente alternativa para trabajar, tener un ingreso y al mismo tiempo ocuparse de la crianza de las hijas. De todas formas el apoyo familiar es imprescindible y la familia debe comprender que, aunque una está en casa, eso no significa que le sobre el tiempo, y también que estar sentada frente a la computadora no quiere decir que estés jugando o perdiendo el tiempo.
Escribir para sitios web es un trabajo muy interesante. Los temas son de lo más diversos: casas de muñecas, literatura, regalos, turismo, agricultura sustentable, aire acondicionado, temas laborales, derechos del consumidor o lo que sea, y me permite relacionarme con gente de todo el mundo y aprender cosas nuevas. El objetivo de los administradores de los sitios es dotar de contenidos al sitio web, para que el visitante se quede e incluso vuelva, con lo que se consigue un mejor posicionamiento del sitio en Internet, por eso siento este trabajo como un desafío personal y una responsabilidad, ya que en la actualidad Internet se ha convertido en la principal fuente de información para miles de viajeros, estudiantes y curiosos en general. A veces parece que nadie lee lo que escribes, pero cuando cometes un error, siempre hay algún lector atento que lo señala…
El teletrabajo de escribir para sitios web tiene en primer lugar las mismas exigencias que cualquier teletrabajo: conocer las herramientas informáticas, ser perseverante, paciente, organizado, tener “actitud” pues somos nuestros propios jefes y nadie nos dice qué debemos hacer. Crearse una reputación y mantenerla, con esfuerzo y entusiasmo. Saber disfrutar de un trabajo bien hecho, más allá de la recompensa económica.
En cuanto a lo específico: perfecta ortografía, velocidad con el teclado, saber detectar fuentes confiables, originalidad para recrear contenidos e insertar naturalmente las palabras clave. Cumplir con los contratistas los plazos acordados es fundamental, ya que los sitios web, para mantener su posicionamiento, deben actualizarse periódicamente.
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Adriana Kreiman