Me gusta cada tanto referirme a un nuevo derecho que está naciendo: Trabajar en el lugar que querramos.
En la sociedad industrial, fue el peón agrario el que primero se movilizó hacia donde se encontraba el trabajo, atraído por las expectativas de una mejor condición de vida.
Las ciudades albergaron a cantidades de personas dispuestas a vivir en zonas marginales para evitar los viajes. Esta cercanía les acortaban los tiempos y los gastos de traslados al trabajo. Se crearon así, grandes zonas de viviendas precarias próximas a los lugares de trabajo.
La villa 31 de Retiro, y en general las villas de emergencia que se encuentran en la ciudad de Buenos Aires y en otras ciudades urbanas, son las que más han crecido. Uno de los principales motivos es porque están más cerca de las empresas proveedoras de trabajo. Continuar leyendo