Por: Natalia Bohdan
Cuando empezamos a hacer fotogrfía, es muy usual comenzar con los llamados objetivos de kit. Estos son los que vienen por default con la cámara que compramos. Por lo general son objetivos de no muy buena calidad, pero que nos sirven para empezar a sacar fotos. Este “pisapapeles” suele ser un objetivo con una lungitud focal entre 18-55 y 18-70. Objetivos en general mediocres, tanto por su nitidez, su AF, construcción, etc.
Una vez que ya avanzamos en la materia, es común que querramos ampliar las posibilidades de cobertura o bien mejorar la calidad de imagen.
Para empezar a hablar de objetivos es necesario pensar en las siguientes preguntas:
¿Qué tipo de fotografías me gusta hacer?
¿Qué rango focal tengo cubierto con el objetivo que ya tengo?
¿Me interesa más mejorar la calidad o ampliar las posibilidades?
Tipos de Objetivos:
- FOCAL FIJA, que pueden ser angulares, normales o teleobjetivos.
- Objetivos normales, dentro de esta categoría entran los objetivos que proporcionan un ángulo de visión similar al ojo humano, unos 45º. Suelen considerarse objetivos normales los de focal fija de 50 mm.
- Objetivos angulares: son los objetivos con una longitud focal menor a la anterior comentada. Es decir, por debajo de los 50mm. Estos objetivos ofrecen un ángulo de cobertura mayor por lo que son ideales para poner al sujeto en contexto, o hacer fotografía de paisajes. Este tipo de objetivos proporcionan unas perspectivas exageradas que distorsionan las líneas.
- Teleobjetivos: son los objetivos con longitudes focales superiores a la normal. Podemos encontrar desde objetivos con 85mm hasta 800mm de focal. Estos objetivos comprimen las perspectivas cerrando el ángulo de visión y nos permiten acercarnos al sujeto desde largas distancias. Son ideales para hacer fotografía de deportes.
- Objetivos de focal variable o zoom: son objetivos que ofrecen un rango focal variable. Esto nos permiten en un mismo objetivo contar con un tele y un angular al mismo tiempo. Son los objetivos más versátiles ya que nos evitan tener que estar cambiando de objetivo en mitad de una sesión fotográfica. En próximos posts veremos una aplicación creativa de estos objetivos.
Ángulo de visión:
Una característica importante de los objetivos es que a mayor longitud focal (es decir, cuanto más tele sea el objetivo, o cuanto mayor acercamiento tenga al objeto enfocado), el ángulo de visión será menor, y viceversa.
Luminosidad:
El otro parámetro importante de un objetivo es la apertura, es decir, la capacidad que tiene para dejar entrar mayor o menor cantidad de luz. La apertura la controla el diafragma de la cámara y para que nos entendamos fácilmente, es el iris de nuestro objetivo. Los objetivos con mayor apertura suelen ser mejores y más caros que los de menor.
¿Cómo leer los datos que nos brinda nuestro objetivo?
Todos los objetivos nos brindan información útil en su carcasa. En la imagen de abajo vas a poder ver el detalle de los datos más importantes que suelen traer. Con esta información, vas a poder enterarte, si es que aun no lo sabes, de cuál es el objetivo con el que estás trabajando.
Volviendo a lo que decía al principio, los objetivos de kit son una buena opción para no invertir mucho dinero y probar diferentes facetas fotográficas. Ahora bien, una vez que empezás a hacer fotos te vas a dar cuenta del objetivo que más te conviene para tus necesidades y gustos. Para eso te invito a que veas el próximo post, donde voy a hablar de qué tipo de objetivo es el mejor para hacer retratos, fotos de naturaleza, deportes, bodegón, fotografía de estudio o paisajes. Saludos!