28. Los amores imposibles

Siempre se llena de humo y el aula se convierte en París en pleno barrio de Once. El teórico de los martes es un laberinto; un docente distinto cada vez improvisa mejor que Miles Davis y Chick Corea en noches de borrachera. Tenía que haber empezado hace cinco minutos y dudo entre quedarme o ir a ver el partido de la Libertadores, de inmediato, entra una docente con una especie de rodete que enuncia la belleza de su timidez y una pollera larga y escocesa delatando que alguna vez fue psicobolche. Continuar leyendo

27. El amor platónico

El cubrebaches

No hay nada mejor para la soledad que una buena invención. El amor platónico es generoso y completo, podés depositar ahí todas tus fantasías: tu ideal de perfección, te patrón estético y hasta un determinado nivel cultural. Es la escultura perfecta hecha con tu propia imaginación aunque la mala noticia es que nunca llegarás a alcanzarlo y en tal caso si eso ocurriera, ese ideal automáticamente perdería su magia y se convertiría al instante en un mortal común y silvestre. Continuar leyendo

26. El mito de la media naranja

Amores sepias

Capturados por la tierna imagen de nuestros abuelos o estafados por los finales felices de las películas, desde hace siglos que venimos atribuyéndole a las parejas armónicas y sintónicas una preponderancia suprema. Los patrones de la normalidad vienen dictaminando que una pareja “bien vista” es aquella que no se lleva más de dos o tres años y que mientras uno trabaja el otro cría a los hijos. Pertenecer al mismo barrio o clase social daba ciertas garantías de supervivencia amorosa, mismos gustos por los compromisos familiares y por los lugares de vacaciones. Con la llegada de la globalización cada vez queremos saber más, probar más, investigar más. La pantalla nos muestra otros mundos, otros modos de relación y otras formas de vincularnos. Continuar leyendo

25. 31 indicios sobre las separaciones

Ayer estaba en boxes esperando para salir al aire en el programa Metro y Medio que conducen Julieta Pink y Sebastián Wainraich cuando los animadores de la tarde radiofónica empezaron a hablar de las separaciones. Se preguntaban si siempre hay alguien que sufre más, cómo queda uno después de cada separación, si hay separaciones prolijas y cómo se puede andar llenando esos vacíos; fue cuando entonces se me ocurrió un catálogo para la cartera de la dama, el bolsillo del caballero y la guantera del amante. Continuar leyendo

24. Viejo Verde Gaga Style

Verde que te quiero verde

Parece que hubo una época que ser un viejo verde estaba bien visto. Por el siglo XVI, era de admirar que una persona, entrada en años y con cierta tendencia a soltar los perros cual jauría en pelotero, conservaba su vigor y lozanía. Viridis a vigore: así aludían los hermanos del latín cuando proclamaban que verde era vigor. Incluso a los maduritos de pelo canoso tipo Coppola se los comparaba con las cebollas, que se caracterizan por tener la cabeza blanca y el rabo verde. Continuar leyendo

23. El después del amor

“Dolido: Imaginándose muerto, el sujeto amoroso

ve la vida del ser amado continuar como si nada hubiera ocurrido”.

(Roland Barthes, “Fragmento de un discurso amoroso”)

 

Listo, ya fue. No da para más, cada cual a su cucha.

Todos esos lindos momentos compartidos, esas vacaciones, la noche que amanecieron por primera vez, el día que ella usó tu camisa, la tarde que él te dio de fumar. Cuando te hiciste el macanudo con su abuela, cuando le llevaste la chocotorta a la madre para el cumpleaños. La mañana que corrieron a la farmacia para comprar la pastillita, la noche que ella te dijo que “todos estamos solos”. El día que le dijiste que no te enamorabas así porque sí. Los muditos, la taquicardia y el siestero. Hablar del futuro, coincidir en los proyectos, fantasear con una familia. La primera vez que cocinaron juntos, aquel concierto y aquella película. El día que tu amigo te dijo que ella era recopada, el día que tú amiga te dijo que él era un dulce. La pelea adentro del auto… la reconciliación. Continuar leyendo

22. Los tres mitos del amor

A Tonino Carotone

 

A propósito del día de los enamorados elegimos tres de los seiscientos cincuenta mitos que forman la parábola del amor, entendiendo como amor según el Diccionario del Diablo de Ambrose Bierce: “Insania temporaria curable mediante el matrimonio, o alejando al paciente de las influencias bajo las cuales ha contraído el mal. Esta enfermedad, como las caries y muchas otras, sólo se expande entre las razas civilizadas que viven en condiciones artificiales; las naciones bárbaras, que respiran el aire puro y comen alimentos sencillos, son inmunes a su devastación. A veces es fatal, aunque más frecuentemente para el médico que para el enfermo”. Continuar leyendo

21. Cómo cuidarse del cuida

El cuida no usa ni puntos ni comas

Dentro de la fauna de las relaciones amorosas hay una especie silenciosa que pasa desapercibida en los escenarios sociales pero de una densidad vincular digna de analizar, el cuida es el guardián del deseo del otro al principio funciona más o menos bien él la llama a cada rato mandándole textos alusivos al día de sol le comenta que va a lavar el auto con Nacho o que se está clavando una milanesa en lo de la abuela ella está cuidada y protegida siente por fin que alguien la registra y que está pendiente de ella cree que el amor se mide por la intensidad compulsiva de la comunicación cotidiana a través de toda red social y/0 del clásico teléfono de línea él considera esa impulsividad por saber qué es lo que ella hace cuando no está con él como una manifestación de amor cuando en realidad no es otra cosa que tener un miedo feroz de sufrir un abandono.  Continuar leyendo

20. Los Caracúlicos

“El espejo no tiene la culpa de tu cara”

 

Liliana Felipe

 

La invención del rostro

Hay personas, que en la repartija de rostros, no fueron favorecidas, y así como el lindo obtiene beneficios gracias a su cara, el fulero sufre, silenciosamente, algunos daños colaterales. De todos modos, a lo largo de los años, uno va teniendo la cara que se merece. Los modos de vivir van estilizando nuestros rostros y de acuerdo a cómo uno se pare frente a la vida, tendrá la cara que se merece. Continuar leyendo

19. El habito de mentir

“Ningún mortal puede guardar un secreto.

Si sus labios guardan silencio, habla con sus dedos;

la traición es exhalada por cada uno de sus poros”

Sigmund Freud

 

1)      ¿Por qué mentimos?

Nuestra vida cotidiana está plagada de mentiras. Diferentes situaciones de nuestra semana nos invitan a mentir. La mentira está al alcance de nuestra lengua por lo menos cuatro veces por día y oímos más de doscientas sin saber que son mentiras. Mentir, para muchos, es tentador, es tomar por el atajo, esconderse en sí mismo, contraer una deuda. El que miente se endeuda consigo mismo y la soledad se encarga de recordárselo. Continuar leyendo