En la Ortografía de la lengua española (2010), entre otras, se explican las normas que deben seguirse cuando se emplean en textos españoles palabras o expresiones pertenecientes a otras lenguas. La principal novedad en este sentido es la equiparación en el tratamiento ortográfico de todos los préstamos (voces o expresiones de otras lenguas que se incorporan al caudal léxico del español), con independencia de que procedan de lenguas vivas extranjeras (extranjerismos) o se trate de voces o expresiones latinas (latinismos). Continuar leyendo
Sintaxis y escritura
¿Cuántas veces nos preguntamos para qué sirve la sintaxis? ¿En cuántas oportunidades sentimos que analizar oraciones es una tarea demasiado difícil o innecesaria? Sin embargo, escribir correctamente requiere una buena dosis de conocimientos sintácticos, y autocorregirse implica detectar esos errores que parten de la construcción de la frase. Continuar leyendo
Cinco errores comunes
Entre tantos libros que circulan acerca de cómo lograr una buena redacción, el de Graciela Reyes –Cómo escribir bien en español– ofrece interesantes consejos y puntualiza errores comunes de los que nadie se salva. Seleccionamos algunos de estos últimos que, de tan repetidos, a veces resultan difíciles de detectar y, por consiguiente, de corregir. Continuar leyendo
Los prefijos en la nueva ortografía
Los prefijos son elementos carentes de autonomía, que se anteponen a una base léxica a la que aportan diversos valores semánticos. A continuación, resumimos las normas que deben seguirse para la correcta escritura de los prefijos en español, ya que es usual que dudemos en qué casos se escriben juntos o separados de sus bases. Continuar leyendo
Las notas
Escribir bien implica saberes y competencias variadas entre las que también está seleccionar la información pertinente: ni más ni menos de lo que queremos decir. Para esto son muy útiles las notas, ya que nos permiten despejar el texto de datos accesorios que aparecen en un segundo plano para no obstaculizar la progresión textual.
El condicional
Dentro de los tiempos del modo indicativo, el condicional –con sus dos formas: simple y compuesta– no siempre se usa correctamente en la escritura. Algunos errores que pueden justificarse por la inmediatez de la oralidad no son aceptables en el momento de redactar un texto.
Prosa del escritor versus prosa del lector
Para completar nuestra entrada acerca de la importancia de pensar en el lector a la hora de escribir, vamos a referirnos al proceso de composición de un texto. Entender qué abarca este proceso nos permite tener a mano estrategias, aprovechar nuestras competencias y desarrollar habilidades de verdaderos escritores.
¿Qué, quién o cuál?
Hay palabras en español que presentan una frecuencia de uso mayor que otras. Dentro de este grupo, está el pronombre relativo que. Como no siempre nos resultan claras las reglas para emplearlo correctamente, sintetizaremos algunas básicas.
Clases de verbos
Además de lo que ya explicamos sobre los verbos y sobre los significados de los tiempos verbales, es importante saber algo –aunque sea mínimo– acerca de las diferentes clases de verbos en español. Conocerlas ayuda a evitar ciertos errores que se reiteran.
¿Tú o vos?
Muchas veces, en el momento de sentarse a escribir, algunas personas dudan acerca de si usar el “vos” o el “tú” porque consideran que el primero es demasiado coloquial. Hay, entonces, una cierta idea de que el “tú” es más culto y que deberíamos elegirlo si queremos escribir bien. Sin embargo, en los países del Río de la Plata, el voseo goza de total aceptación en la norma culta, tanto en la lengua escrita como en la oral, y ha sido explícitamente reconocido como legítimo por la Academia Argentina de Letras.
La competencia gramatical
Según El Diccionario de términos clave de ELE, la competencia gramatical (también llamada competencia lingüística) es la capacidad de una persona para producir enunciados gramaticales en una lengua, es decir, enunciados que respeten las reglas de la gramática de dicha lengua en todos sus niveles (vocabulario, formación de palabras y oraciones, pronunciación y semántica). Sabemos, además, que lengua y habla no siempre van por los mismos carriles y que, ante las dudas, conviene recurrir a los especialistas: la RAE, la Fundéu, elcastellano.org, solo por mencionar algunos de los varios recursos en línea.
Preposiciones II
Ya caracterizamos la preposición, y analizamos algunos usos incorrectos como el queísmo y el dequeísmo. Sintácticamente, relaciona palabras o grupos de palabras, de ahí que funcione como nexo subordinante. Algunas consideraciones más nos permitirán equivocarnos lo menos posible, a pesar de la dificultad que suelen presentar sus reglas en todas las lenguas.
Pensar en el lector
¿Tenemos en cuenta a nuestros receptores cuando escribimos? ¿Adecuamos nuestro mensaje a los destinatarios? ¿Nos planteamos un lector modelo? A menos que escribamos un diario íntimo cerrado con llave y oculto en el último cajón de la cómoda, tendremos lectores y deberíamos considerarlos en el momento de redactar. Algunas estrategias que pertenecen a la dimensión retórica de los textos nos ayudan a comunicar mejor, primer objetivo a la hora de escribir.
Norma y estilo
Muchas veces escuchamos la frase “Es mi estilo” como una manera de justificar determinados usos alejados de la norma. En esta entrada vamos a definir estos dos términos que parecen antitéticos. Decimos “parecen” porque norma y estilo no siempre están tan alejados uno del otro.
Barbarismos y solecismos
En la enorme lista de vicios que cometemos en nuestra escritura, no podemos dejar de mencionar los barbarismos y los solecismos. Etimológicamente, el término barbarismo designa las palabras extranjeras no asimiladas a nuestro idioma o asimiladas de forma incorrecta. Sin embargo, solo se consideran barbarismos las formas léxicas defectuosas desde el punto de vista fonético.
La negación
En varios ámbitos, por ejemplo dentro de lo corporativo o de la publicidad, escuchamos a menudo acerca de la importancia de producir mensajes positivos, especialmente si se tiene como finalidad convencer o persuadir. Más allá de toda estrategia de marketing, la negación existe y tiene algunos matices de los que a veces no somos conscientes.
La mayúscula de relevancia
Hay algunas normas del español que, a priori, nos parecen fáciles. Distinguir entre el uso de mayúsculas o de minúsculas puede suponerse algo casi obvio pero, sin embargo, no son pocas las veces en las que dudamos si elegir una u otra. La Ortografía de la Lengua española (2010) intenta dar respuestas a nuestras preguntas sobre este tema y, más allá de las normas, aporta interesantes consideraciones acerca de la mayúscula de relevancia.
La edición de un texto
Una de las acepciones de “editar”, según el Diccionario de la lengua española, es “adaptar un texto a las normas de estilo de una publicación”. Cuando terminamos de escribir, y luego de corregir, es también importante considerar la presentación, que también forma parte del proceso de escritura.
Signos auxiliares de puntuación
Además del uso de las comas, del punto y coma, y de la raya, que tratamos en otras entradas, hay otros signos que son auxiliares, y a los que también deberíamos prestarles atención. Estos son los puntos suspensivos, los corchetes, los paréntesis, y los signos de interrogación y de exclamación.
Escritura correcta de las fechas
Escribir nos obliga a realizar elecciones constantes. Muchas tienen que ver con el orden notacional: tipos de letras, tildes, espacios, márgenes, mayúsculas o minúsculas, signos de puntuación y también la escritura correcta de los números. Ya tratamos el tema en una entrada anterior, pero ahora nos ocuparemos puntualmente de las fechas, cuya escritura suele plantear dudas. Para aclararlas recurrimos a la página de la Fundéu.