Por: Federica Pelzel
Mi último destino australiano fue Byron Bay. Es el primer lugar que es exactamente como me lo imaginaba. Un pueblito medio hippie de surfistas en Australia. Sí, todos los clichés, rubios y rubias de pelo ondulado con sus tables de surf caminando descalzos por las callecitas, bares y restos en todos lados, playas largas de arena blanca y agua clara. todo.
Tuve, por el otro lado, la mala suerte de llegar al mismo tiempo que Schoolies. Schoolies en Byron es el equivalente a temporada de viaje de egresados en Bariloche. Se llena de adolescentes recién graduados y con edad suficiente para comprar alcohol y salir a bailar sin problemas, y destruyen todo a su paso! Pero bueno, salvando eventos como despertarme con adolescentes tomando el característico vino de caja AKA Goone en mi cuarto, o entrar al baño y que hayan envoltorios de preservativos por todo el piso, no fue tan grave.
Estuve 3 días en Byron disfrutando de la playa, caminando, es muy linda la zona del faro y también la caminata hasta ahí está buena. Relajé un poco antes de partir hacia el frío japonés, y conocí gente muy interesante. El tema es que, como les dije, este es un pueblo medio hippie, y aparentemente muy “espiritual” también.
Todos los días que estuve comí o tomé algo gratis, gracias a las varias organizaciones religiosas o simplemente hippistas que querian distribuir amor en forma de comida o bebida. En serio, el primer día fue Chai gratis riquísimo, el segundo una parrillada con muy buenas hamburguesas, después falafel, chai de nuevo, todo gratis. Los viajeros copados, sobretodo si tenemos en cuenta los precios acá!
En fin, el highlight de mis días en Byron fue, indiscutiblemente, tirarme en paracaídas. Sí, finalmente lo hice! después de años de tener ganas, a veces simplemente hay que decidirse y hacerlo. Reservé con una empresa con excelente reputación para hacer un salto tándem desde 14,000 pies de altura, el más alto de Australia! La vista sobre Byron Bay suma bastante también.
Me pasaron a buscar por el hostel, y fuimos hasta el hangar donde está todo. Primero te hacen el check-in, te ponen el arnés, y te dan un mini cursito de lo que hay que hacer a la hora de saltar. Yo me quedé bastante más tranquila después de descubrir que no era yo la que tenía que activamente dar el salto para salir del avión.
Una vez en la avioneta, todos apretaditos, mi instructor Dave fue super copado y trataba de mantenerme tranquila. A medida que ibamos ganando altura yo me ponía más y más nerviosa. Dejenme decirles, 14,000 pies es ALTO. Cuando pregunté si era esta más o menos la altura me dijo “estamos a mitad de camino, pero no te preocupes, a la vista no es taaaan diferente”. Listo. Genial. Dejenme bajar.
El momento más adrenalínico es cuando abren la puerta del avión y te dicen “you’re up!”. OK. Te deslizas hasta la puerta, sacas las patitas para afuera del avión, te agarrás fuerte fuerte del arnés, arqueás un poquito la esplada y ZAZ! el instructor se lanza y estás cayendo! Increible la sensacion en el momento que dejás el avión. No recuerdo pensar nada en especial, creo que tenés el cerebro demasiado hyped en ese momento.
40 segundos de caída libre, varios giros, gritos y sonrisas después, gran tirón y se abre el paracaídas. Dave me “dejó manejar”, e hicimos unos giros locos y algún truquito. No se olvidó de remarcar que estaba demasiado cómoda para ser mi primera vez… “you’re a wild one!”. Bueno Dave, gracias!
Fue una experiencia INCREÍBLE, y a todos los que lo tienen pendiente les recomiendo que lo hagan hoy mismo. Yo me arrepiento de haber dejado pasar tanto tiempo, y obviamente ya quiero hacerlo de nuevo!
En el lado malo de las cosas, no me dejaron llevar mi GoPro, ni siquiera con el wrist mount, lo cual fué una decepción. Terminé pagando por el video porque quería tener un recuerdo al menos. Mis caras están muy saladas. Todavía no lo pude pasar a la compu pero dejo una fotito a modo de ejemplo.
En fin, hoy parto rumbo a Japón. Estas semanas en Australia fueron increíbles, pero definitivamente Japón es el país que más me emociona conocer de todo el viaje YAY!