La navidad es uno de los festejos paganos adoptados por el cristianismo, pero más allá del contexto histórico, representa el día del año en que muchos proponemos conectar con la magia y el misterio del espíritu humano más benevolente y caritativo, o al menos eso intentamos.
En esta entrada corta dentro de unas mini vacaciones pretendo apelar a la buena voluntad que yace implícita en cada hombre, mujer y niño de este planeta. Mucho se nos dice que la “naturaleza humana” es nefasta y destructiva, que vamos sin pausa y con prisa rumbo a la catástrofe más perversa, que no merecemos la iluminación ni la paciencia y menos vivir en una armonía que, es verdad, casi todo el tiempo parecemos desechar. Pero cuando veo un niño jugando con tierra, un adulto ayudando a otro por el solo hecho de colaborar con quien lo necesita, cuando veo que el entusiasmo es capaz de conectarnos con algo superior y cambiar una y mil vidas a fuerza de vocación, esfuerzo y buena voluntad… no puedo menos que emocionarme y sentir que de a poco, muchos más somos los que nos estamos uniendo. Continuar leyendo