Por: Hernan Gauna
“Ichi go ichi e”, es una expresión japonesa que se traduce como “una vez un encuentro”, siendo su uso normalmente relacionado a la ceremonia del té. También, se lo usa en la práctica de las artes marciales, para advertir al estudiante que se descuida al momento de realizar una técnica o interrumpe la misma a medio camino por haber cometido un error en su ejecución.
Las técnicas no deben ser interrumpidas. Una vez que se ha iniciado el movimiento, se lo debe seguir hasta concluirlo. Ya que si la situación fuera de “vida o muerte”, no habría ninguna chance de detenerse y volver a empezar.
Si bien hemos dicho que en el Aikido las técnicas fueron suavizadas, no debemos olvidar que es un arte marcial y por ende, debe ser practicado responsable y cuidadosamente.
Es por eso, que se le exige al estudiante de artes marciales, que esté concentrado en el aquí y el ahora, porque de lo contrario corre el riesgo de sufrir alguna herida o de provocársela a su compañero de práctica.
Este concepto además, hace referencia al hecho de que los momentos son únicos e irrepetibles. No solo porque las circunstancias que rodean a un encuentro lo son, sino también porque las personas, (aunque sean las mismas y se encuentren en circunstancias similares), ya no son las mismas.
Dos aikidokas, realizando la misma técnica una y otra vez en el mismo tatami, no son las mismas personas, ya que ellos y el entorno que los rodean se van modificando constantemente.
Podemos aplicar este principio también a nuestra vida cotidiana, fuera del Dojo. Cada momento que vivimos con nuestros familiares, amigos y seres queridos es único e irrepetible, por lo que es imprescindible que podamos vivirlo y disfrutarlo plenamente.