Las arrugas son alteraciones de la piel acumuladas con el paso de los años y causadas por diferentes factores. Son propias del resultado de la evolución de la vida siendo una de las manifestaciones del envejecimiento cutáneo.
La principal causa es la exposición acumulativa al sol, que provoca destrucción del tejido elástico que conduce al envejecimiento y atrofia de la piel. Existen también factores genéticos y condiciones externas que pueden acelerar o retrasar estas manifestaciones, entre ellas tenemos la exposición solar, la alimentación inadecuada, factores ambientales, el cigarrillo, la falta de limpieza e hidratación diaria con cremas y los movimientos faciales repetidos.
Tenemos dos tipos de arrugas:
- Arrugas de Expresión: se producen por las contracciones repetidas de los músculos durante las gesticulaciones. Con el tiempo generan pliegues que se irán profundizando con el paso de los años. Consejos: utilizar cremas en casa que contengan sustancias que relajen la musculatura facial, como argireline o leuphasyl. De acuerdo al grado de gesticulación puede indicarse la aplicación de toxina botulínica, siempre indicado por un profesional con experiencia en su aplicación.
- Arrugas gravitacionales o en reposo: son producto de la pérdida de colágeno y la aparición de flaccidez facial. Consejos: mejorar la calidad de vida, descansar, comenzar desde edades tempranas con cuidados diarios de la piel en casa (limpieza e hidratación), evitar el alcohol y el cigarrillo, evitar la exposición solar. Todas éstas son indicaciones preventivas de las cuales los especialistas en Medicina Estética remarcamos en cada consulta. Algunos de los tratamientos que se pueden hacer son: peelings, punta de diamante, mesolifting, radiofrecuencia, láser pixel, rellenos con ácido hialurónico, láser CO2 entre otros.