La Bioestimulación con Plasma Rico en Plaquetas (PRP) nos permite detener el proceso de envejecimiento y restaurar el normal funcionamiento de la piel, promoviendo una importante regeneración celular. Esto da como resultado una piel más joven, luminosa, con mejora en la tersura y disminución de las arrugas finas.
El PRP se obtiene por centrifugación de la propia sangre del paciente, logrando un líquido concentrado en plaquetas.
Es un procedimiento sencillo que se basa en la aplicación intradérmica del PRP para activar de forma natural las funciones del fibroblasto que es la célula encargada de determinar la estructura y calidad de la piel. Se aplica mediante la técnica de Mesoterapia en las zonas más fláccidas del rostro y cuello, estimulando la producción de colágeno. Actualmente se está utilizando con mucho éxito en tratamientos de celulitis y recuperación capilar.
Se recomienda comenzar su aplicación en rostro a partir de los 30 años ya que en ésta edad la piel comienza a perder su poder de regeneración y los signos de envejecimiento comienzan a hacerse visibles. Se puede aplicar como tratamiento preventivo en una piel joven o como restitutivo en pieles envejecidas.
El número de sesiones es individual para cada paciente en función del grado de envejecimiento, de las características de su piel y de la patología que presente. En general se indican entre los 30 a 40 años una sesión anual y a partir de ésta edad 2 a 3 sesiones anuales siempre acompañado de otros tratamientos como peelings, punta de diamante, mesolifting. En celulitis y pérdida de cabello dependerá de la extensión de la misma.
Posee importantes ventajas frente a otros tratamientos: no genera efectos adversos ya que es un preparado generado con la propia sangre evitando de ésta forma reacciones alérgicas y por su composición rica en factores hemostáticos evita la formación de hematomas.
El tratamiento es apto para hombres y mujeres permitiendo luego de su aplicación la reincorporación a las actividades diarias.