Botox: ¿Qué hay que saber?

#Estética

El sol, el estrés y el paso del tiempo empiezan a notar en nuestra cara muchas veces a partir de los 28 años. Al momento de decidir qué hacer, el Botox aparece como una opción posible. Pero, ¿qué es, cómo funciona y cómo se debe aplicar?

Para entender qué es el Botox y cómo funciona, debemos saber que hay dos tipos de arrugas:

- Arrugas estáticas: son las que no se modifican con los gestos y permanecen en todo momento. Suelen ser producidas por el fotodaño al que se encuentra expuesta la piel. Este tipo de arrugas no se van con el Botox.

- Arrugas: dinámicas: son las arrugas que se producen cuando el músculo se contrae y la piel que lo acompaña también. En este tipo de arrugas, la aplicación de Botox sí funciona actuando en el músculo.

En estos casos, la toxina produce relajación muscular lo que hace que la piel también se relaje. Es importante destacar que lo ideal es disminuir la fuerza de contractilidad del músculo y no paralizarlo, ya que esto permite que el rostro sea natural.

Las arrugas dinámicas con el tiempo se hacen estáticas, por tal motivo es muy importante su uso en Medicina Estética.

¿Cuáles son las zonas aptas para aplicar Botox?

Si uno desea empezar a aplicarse Botox, es recomendable su utilización con la aparición de las primeras arrugas y no una vez que estas están avanzadas. Los pacientes tratados tienden a retrasar la aparición de nuevos surcos de expresión mucho más que los que nunca se aplicaron esta sustancia.

Es el tratamiento ideal para las arrugas de la parte superior de rostro, la frente, el entrecejo y las “patas de gallo”. Las inyecciones deben ser aplicadas por un Médico Estético con gran conocimiento de la musculatura facial, debido a su complejidad y que, en caso contrario, puede generar malos resultados.

Esta toxina también se utiliza para controlar la hiperhidrosis, es decir, la transpiración excesiva de axilas.

¿Cuál es la dosis apropiada y su duración?

En general se aconsejan 20 unidades para el entrecejo, 8 a 10 unidades para la frente y 20 para las “patas de gallo”

La duración es de 4 a 6 meses, dependiendo de cada paciente.

Una vez que realicé el primer tratamiento, ¿estoy obligada a repetirlo?

Obligatorio no es, pero si se quieren mantener los efectos hay que ir repitiendo las sesiones, al menos, dos veces por año. Con el tiempo los efectos se alargan y las sesiones se van espaciando.

¿Qué pasa si decido no recolocarme Toxina Botulínica? ¿Me arrugaré más?

No, simplemente una vez que el efecto culmine volverán a marcarse las arrugas indeseadas. Este proceso se produce cerca de los 4 meses de la colocación pero, lo importante, es que no empeoran las arrugas.