Ki
Es increíble como una palabra tan corta puede referirse a un concepto tan inmenso. El Ki, (para la cultura Japonesa, Chi para los Chinos, Prana para los Hindúes), si queremos tratar de buscar una traducción literal y corta, sin necesidad de entenderla realmente, podríamos definirla como (y en este punto es donde todo se complica al extremo en virtud de que la traducción literal de esta palabra es muy complicada): ”ENERGIA VITAL o COSMICA.” (bueno, al final no fue tan difícil)
A esta altura aquellos que nunca hayan leído sobre el Ki, o la fuerza interna en el concepto que tienen los orientales, estarán aún más confundidos que antes, y eso es bueno porque todavía queda mucho por explicar para poder tener recién una muy vaga idea…
Debo ser honesto con el lector, este post no contiene una respuesta universal digna de poner en el diccionario Castellano–Japones sobre la definición de “KI” con la cual desde el más lego en el tema hasta el más erudito se sienta satisfecho de haber saciado su necesidad de sabiduría luego de haber leído estas líneas… ni mucho menos… si llegan al final del texto y se sienten defraudados porque aún no terminan de entender que es el “KI” es normal, tampoco pretenderán que en un post se definan miles de años de cultura oriental y hablando además desde una perspectiva filosófica… no sean tan ingenuos…
Volviendo al tema que nos ocupa, para el Japones, “KI” se puede referir a una fuerza orgánica que es capaz de mutar o tomar miles y miles de formas, para la cultura nipona el KI puede describir el clima, la personalidad de un individuo o hasta las vagas simpatías y sensaciones que sentimos cada tanto. (ahora si les quedó claro, no…)
Me siento tentado a llevar el tema para el lado de las artes marciales, pero el concepto en sí que nos ocupa abarca tantas posibles ramas de las ciencias del hombre que intentaré no hacerlo.
Bien, en las artes marciales (bueno soy humano, me cuesta no ceder ante mis tentaciones) el KI es esa energía que se desarrolla en el centro del cuerpo, ubicada aproximadamente dos dedos por debajo del ombligo, el Budoka (practicante del Budo o camino marcial) mediante la practica intenta dominar esa energía mediante varios métodos, las distintas disciplinas le darán al artista marcial la posibilidad de manejar su energía interna o KI para desarrollarse y superarse día a día, la exteriorización de esta energía podría ejemplificarse en el KIAI o grito, pero esto sería un ejemplo muy minimalista de todo lo que abarca el “KI”.
Y entendamos también que esa energía no se queda solo en su centro de formación, ahí, dos dedos por debajo del ombligo, no, esa energía recorre todo el cuerpo del ser humano, mientras fluya de forma armónica por los Tsubos o meridianos o canales (como prefieran llamarlos), el cuerpo estará sano, cuando algunos de estos canales se interrumpan, el ser humana comenzará a enfermarse.
Aquí es donde aparecen otras ciencias como por ejemplo el Shiatsu (digitopuntura japonesa) o la Acupuntura (si, la de las agujas, esa misma). Estas ciencias estudias los canales de energía del cuerpo y como se distribuye la misma, y como recuperar el flujo normal cuando estos se interrumpen, de ahí la facultad de sanar que tienen estas disciplinas, el concepto es tan simple como extremadamente complicado y extenso, regularizar el flujo normal del ki en el cuerpo, dicho así parece fácil… los desafío a leer un manual de acupuntura y no sentirse totalmente perdidos antes de la pagina 6…
Pasando ya al lado mas filosófico de la definición, tomando conceptos del Budismo, del Zen o del Yoga, “se define el Ki como un principio espiritual del cosmos y de la presencia de la vida. Se considera el trasfondo de todo lo que existe, de modo análogo a las conexiones que mantienen unidas los átomos de las materias, o el misterio que conforma la armonía del ecosistema y el cosmos. Se afirma que mediante la meditación se puede sentir y comprender, por la intuición profunda, ese flujo o nexo universal, por lo tanto aproximarse al sentido de la vida. Se considera por tanto un principio por el cual el practicante puede comenzar una práctica espiritual o mística: se dice del Kì que es el principio vital o latido de todas las cosas, y que meditar sobre él hace que uno se pueda aproximar a una empatía profunda, no sólo hacia los demás seres humanos, sino hacia todas las cosas que participan en los procesos de la naturaleza, desde los seres vivos hasta las materias inertes en transformación”.
Como verán, y como dije al principio, el KI abarca mucho más de lo que se puede explicar con palabras, los invito a que busquen información, lean, estudien y traten de sacar su propio concepto sobre una palabra tan inmensa y con un concepto tan infinito para definir que solo necesita dos letras “KI”