Por: Alejo Schapire
Después de usar durante más de un año mi eReader Kobo, si tengo la posibilidad de elegir entre papel y digital, prefiero la versión electrónica por motivos explicados en un post anterior - creo que una de las pocas desventajas del formato digital es que no permite saber a los curiosos qué lee la persona que uno tiene delante-. A esta altura, me parece que la única disyuntiva que queda es qué eReader comprar. Yo elegí el dispositivo de la Fnac, pero no por los títulos del almacén cultural ni por animadversión hacia Amazon, el otro asesino de la pequeña librería de la esquina, sino porque es más fácil hacerle ingerir al Kobo cualquier tipo de extensión, mientras el Kindle es más restrictivo. Pero existen otras diferencias. Para quienes entienden algo de francés, aquí va un video comparativo entre los dos dispositivos que me resultó bastante útil.