Por: Juan Pablo Parrilla
Con el nombre “Así se vende veneno”, el video fue lanzado hoy en el marco de la campaña regional #AltoALasTabacaleras. “Muestra la relación entre la naturaleza tóxica de ciertos productos y el marketing engañoso de la promoción de los cigarrillos”, explicó en un comunicado FIC Argentina, la organización que lo realizó.
En efecto, el cigarrillo tiene unos 7 mil elementos, al menos 69 de los cuales son reconocidos cancerígenos, como arsénico, benceno, DDT, níquel y cadmio. En Latinoamérica mueren 1039 personas cada día por fumar y los gobiernos de la región gastan más de 33 mil millones de dólares al año para combatir las enfermedades provocadas por el consumo de tabaco.
Vender un producto que mata a la mitad de los que lo usan es un verdadero desafío publicitario. ¿Cómo se hace? Con miles de millones de dólares invertidos en marketing para forzar el vínculo del cigarrillo con imágenes de paisajes agradables, fiestas en la playa, fogones, recitales o deportes extremos. La naturalización del tabaquismo no es fruto de la cultura, sino de la publicidad.
FIC Argentina divulgó un minucioso relevamiento que arrojó que el 73,7% de los quiscos no cumplen con las restricciones publicitarias que impone la ley 26.687 y su reglamentación. El estudio fue realizado en la Ciudad de Buenos Aires, cinco localidades bonaerenses y las capitales de Mendoza y Córdoba.
Aunque la ley prohíbe que no haya carteles publicitarios visibles desde el exterior, el 66,2% de los quiscos los tiene. También se viola en el 56,5% de los casos el veto a los avisos luminosos y en el 64,2% de los locales, las restricciones de tamaño.
Desde la aprobación de la ley 26.687 en junio de 2011 hasta el pasado abril de este año, las normas no se cumplían ya que las tabacaleras abusaban de la falta de mecanismos de control. Y este año el Ministerio de Salud creó un protocolo para viabilizar las denuncias que ya se presentaron, el panorama todavía es negro.
“La industria tabacalera continúa cometiendo infracciones en materia de publicidad. Es indispensable la adecuada fiscalización y puesta en funcionamiento de la normativa para proteger la salud pública”, observó la directora ejecutiva de FIC, Verónica Schoj.
La investigación de la ONG también encontró en el 50% de los quioscos que la industria tabacalera está implementando en Argentina una estrategia de marketing copiada de otros países de la región, como Colombia, México y Chile: exhibir los paquetes de cigarrillos en los puntos de venta como carteles publicitarios o utilizar elementos decorativos de las distintas marcas. Se exhiben entre chupetines y caramelos.
“La publicidad en el punto de venta es un fuerte estímulo para que niños, niñas y adolescentes comiencen a fumar, puesto que ha sido demostrado que la exposición a las marcas y exhibidores de cigarrillos son un factor determinante en la iniciación al consumo”, evaluó FIC.
El mes pasado Infobae denunció, además, que Marlboro importó a la Argentina su más reciente campaña mundial, “Tal Vez”, con la que busca que los jóvenes empiecen a fumar. Sus publicidades empezaron a copar los quiscos porteños en abril sin atender las limitaciones legales. Las tabacaleras, por ahora, siguen haciendo y deshaciendo a gusto y piacere.