“Yo no quiero tener hijos, no quiero ser mamá”. La declaración me dejó helada. Pero Nadina, sin pelos en la lengua ni miedo al qué dirán, la tiene clarísima: le gustan los chicos pero no se siente maternal. Y punto.
Estado embarazoso
“Estar embarazada es mi mejor estado”. Me lo dijo una conocida que me crucé en la calle y, desde aquel entonces, la frase quedó dando vueltas en mi cabeza. ¿La razón de mi obsesión? Con la mano en el corazón, la dulce espera en mi caso no fue ni dulce, ni salada: fue espantosa.
Sábado accidentado
Mi sábado pasado fue una pesadilla. Estábamos almorzando en el club cuando, en un minuto que le sacamos la vista, Pedrito se cayó en una escalera empinadísima de tres metros de alto, de esas que van de las cocinas de los restaurantes a los sótanos.
Duérmete niño, duérmete ¡ya!
Otra mala noche. Y van…
Arranco este post dormida, cansada, de pésimo humor pero con ganas de contarles lo que me está pasando (le estoy tomando el gustito a usar este medio como catarsis). Estoy literalmente desesperada.
¡Quiero un Black Friday!
Estalló el verano lo que significa, entre otras cosas, que me toca renovarle el guardarropas a los chicos. Con el calor instalado entre nosotros ya no hay lugar para remeras manga larga, jeans o sweaters. Del verano pasado no rescato prácticamente nada: diez centímetros y cinco kilos más por bebe hacen que todo les quede chiquitísimo.
¿Conocen el Jardín Rodante?
Hace un par de semanas les conté mi dilema sobre mandar a mis bebés de un año y medio al jardín de infantes. Algunas me lo recomendaron al 100%, otras me aconsejaron seguir otras alternativas para bebés como, por ejemplo, hacer jardín rodante.
Como soy primeriza y todo para mí es un mundo nuevo por explorar, me puse averiguar sobre rodantes. ¿De qué trata esta modalidad? Es algo así como un jardín que va rotando por las casas de los alumnos, pensado para que chicos de diez meses en adelante sean estimulados y sociabilicen otros de la misma edad.
Las actividades que realizan son muy parecidas a las de sala Prekinder: juegan, pintan, trabajan con masa, leen cuentos, cantan y bailan mucho. Todo en algún cuarto o living de la casa o en un salón de usos múltiples que el edificio tenga disponible.
Con una maestra jardinera a cargo, los grupos de niños (aproximadamente son cuatro o cinco) se arman según los barrios donde viven. También sucede que varias amigas se juntan para que sus hijos hagan rodante juntos, compartan experiencias y hagan amiguitos.
Lo que más me gusta de esta modalidad de jardincito es la atención y la calidez que cada chico recibe. Además, al realizarse en una casa y con grupos reducidos, se enferman mucho menos que en un establecimiento escolar, que están en contacto con muchos más niños. A esto se le suma que, por lo que estuve averiguando, son bastante más económicos.
Ahora, las desventajas. Entre los puntos que me generan dudas está la frecuencia: no es todos los días sino tres veces a la semana, con dos horas y media de duración. El tema de la rotación de casas también me hace algo de ruido. A la que no le da fiaca poner casa, que tire la primera piedra, ¿no?
En fin, soy toda oídos para que me cuenten su experiencia en jardines rodantes. ¿Alguna lo probó? ¿Quedaron conformes? ¡Cuenten sus experiencias!
Calavera sí chilla
El sábado pasado tuve un casamiento. Con bastante anticipación contraté una niñera, de siete de la tarde a siete de la mañana, para que se hiciera cargo de mis bebes que, con un año y monedas, siguen despertándose para tomar una mamadera (no logro sacárselas, ¿cómo hicieron?).
Durante la previa hice malabares y tuve tiempo para hacerme manos, pies, pelo y ¡si hasta pude maquillarme como una puerta como antes de ser mamá! Como en nuestros años mozos partimos con mi marido, dispuestos a romper la noche. Y así fue: charlamos, comimos, tomamos.
El cuerpo posparto, el peor de los traumas
Hoy nos tomamos una pequeña licencia. Dejemos a nuestros hijos de lado por un rato y centrémosnos en un tema no menor que viene de la mano de la maternidad: el cuerpo en el período del posparto.
Tips para Multifamilias
Ya les conté la sorpresa/susto/alegría/felicidad (en ese orden) que sentí cuando me enteré que esperaba mellizos. Al toque de digerir tal notición y, con el fin de amenizar el reposo de ocho meses, me hice de una biblioteca especial sobre crianza de múltiples.
Tratado de culpas
Cada una vive la maternidad a su manera. Están las mamás que viven por y para sus hijos y que apenas se les despegan para dormir. Están las ocupadísimas, las que trabajan full time casi sin respiro, las que malcrían sin límites, las exigentes, las hacendosas, las agotadas, las competitivas, las quejosas.