Las tres etapas de la seducción
Una mujer no tiene sexo con un hombre sólo porque éste despertó su interés, le pareció lindo o le cayó simpático. Los hombres, en cambio, somos bastante más básicos: vemos a una mujer, nos atrae y la deseamos. Ellas tienen otro tipo de necesidades y filtros. El juego de la seducción se divide en tres etapas necesarias para atravesar exitosamente esas barreras: (A)tracción, (C)onfort y (S)educción.
La atracción inicial, el interés
A1: La fase inicial consiste en comenzar una interacción con una mujer o con un grupo de ellas.
Muy pocas veces sucederá que ellas inicien una interacción con nosotros. Y aunque existen técnicas para lograr llevarlas a esa situación, son muchas las mujeres que nunca se aproximarían a un desconocido con la intención de seducirlo. La mayor parte de las veces, seremos nosotros los encargados de comenzar a interactuar. Para eso, utilizaremos una frase a la que denominaremos opener o abridor. Incorporaremos algunos openers con alto grado de efectividad, mediante el recurso de fusionar nuestra vida e intereses con los tópicos de con versación que adoran las mujeres. Una vez que hayamos internalizado el proceso podremos improvisar.
De este modo, también lograremos dejar atrás el miedo y la ansiedad, y aprenderemos a obtener la atención de ellas en apenas algunos minutos. Utilizaremos técnicas que nos permitan pasar a ser nosotros el objeto de deseo. Éstas abarcan tanto el lenguaje corporal como la expresión facial e incluso lo que hacemos tiempo antes de empezar siquiera la interacción.
A2: Fase media de la etapa de Atracción, en la que el hombre genera interés en el grupo por medio de DAVs (demostraciones de alto valor), mientras se muestra poco interesado en su objetivo (la mujer que desea en el grupo). En esta etapa también la mujer comienza a mostrar indicadores de interés (IDIs), que aprenderemos a detectar.
Ese desinterés inicial masculino permitirá luego, en la fase siguiente, crear conexión. En ese contexto, ella sentirá que se ha ganado la validación a través de la interacción mantenida y no sólo porque es linda.
A3: Una vez que ella demuestra interés, él también revela el suyo y comienza a generarse una conexión.
Contabilizados los primeros tres o cuatro IDIs, daremos por sentado que en ella hay una intención real de hablar con nosotros. Cuanta mayor habilidad adquiramos en las dos primeras fases, menor esfuerzo deberemos realizar. El mejor seductor es el que menos habla. Las mujeres adoran hablar. Nosotros usaremos esto en beneficio propio.
El error más común entre los hombres es buscar una conexión personal con una mujer sin que ésta se haya mostrado interesada en tenerla. Ahora bien, si deja ver su interés, espera que queramos saber algo de ella. Si no lo hacemos, pensará que sólo nos atrae su físico.
En esta fase es cuando comenzamos a validarla y mostrar un interés directo por conocerla. Si lo hacemos correctamente, podremos estar a solas en la etapa de Confort.
El Confort
Debemos considerar esta etapa como la ocasión de conversar con la mujer más profundamente, con una mayor conexión íntima. Hay que tener en cuenta que, por lo general, cada etapa de Confort se desarrolla en un lugar diferente. El beso puede ocurrir en cualquier fase, desde que ella nos dio los tres IDIs hasta el final del Confort. Existen numerosas técnicas que evitan que fracasemos en esa instancia y elevan la temperatura hasta el punto de que es ella quien pide que la besemos.
C1: Aunque el beso puede darse frente a sus amigos o amigas, generalmente las mujeres prefieren besar a un hombre en una situación íntima, a solas, sin ser vistas por su grupo. Por eso, una vez que la mujer mostró interés por nosotros, es hora de tener un momento a solas para conocernos mejor. Puede que no nos vayamos con ella esa noche; tal vez consigamos su número de teléfono y pensemos en verla otro día. Sea como fuere, ¿acaso querrá vernos otro día si nunca tuvimos un momento de cierta intimidad? Ella necesita sentirse lo suficientemente cómoda a solas con nosotros como para estar segura de querer volver a vernos. Esto es lo que llamamos aislamiento: tener un momento los dos, alejados de su grupo de pertenencia. Muchas veces, nos vendrá bien la ayuda de un amigo (al que llamaremos Ala) para entretener a quienes la acompañan, mientras nos aislamos.
C2: Si C1 está ubicado dentro de la locación donde la conocimos pero algo alejado de los grupos de amigos de ambos, C2 será un sitio intermedio entre el ámbito en el que tendremos sexo y el lugar donde nos vimos por primera vez. Estamos hablando de las famosas citas que no siempre existen, ya que es probable que conozcamos a una mujer y esa misma noche terminemos en la cama con ella. Pero, como
dijimos, es menester prepararse para atravesar todas las situaciones posibles. Muchas mujeres tienen como regla no tener sexo con un hombre en la primera noche, ¡aunque siempre podrán hacer una excepción con nosotros!
Hay mucho que aprender para diagramar un buen plan de citas, fuera de la clásica cena bajo la luz de las velas. Lo ideal es uno que incluya varios lugares interesantes sin resultar eterno, y que su itinerario surja en el devenir del encuentro.
C3: En esta fase ya estamos cerca del lugar en donde pretendemos tener sexo. Así como no es conveniente haber conversado con ella sólo frente a sus amigas y luego directamente invitarla a salir por teléfono (porque aún no se sintió lo suficientemente cómoda con nosotros), tampoco es eficaz tratar de llevarla de la cita a la cama sin escalas: sería un salto abrupto que podría hacerla sentir incómoda. Un ámbito recomendable, en esta fase, es un sillón de nuestra casa o de la de ella o quizás el automóvil, si es que pensamos ir a un hotel.
Lo importante es que sólo a partir de esta instancia podemos empezar la escalada de juegos eróticos previos al sexo. Si hiciéramos esto en el aislamiento (C1) o en una cita (C2), estaríamos comportándonos inadecuadamente y aniquilando nuestras posibilidades de terminar en la cama con ella. Las mujeres odian a los hombres desesperados.
Pero en C3 podemos empezar a escalar sexualmente para que el paso a la cama sea gradual. Dar unos masajes o sentarla en nuestras piernas para ver un video suelen ser buenas opciones. Todo a su debido tiempo.
La Seducción
Ésta es la etapa sexual. Una mujer que disfrutó sexualmente con un hombre es muy probable que quiera vernlo nuevamente. Así que procuraremos que resulte una experiencia realmente placentera si queremos estar otra vez con ella.
Debemos tener en cuenta que todas las mujeres sienten cierta ansiedad en el momento previo a tener sexo con un hombre. Esto tiene un origen biológico: durante millones de años, el sexo estuvo ligado a la reproducción. El embarazo, para una mujer, significa abocarse casi exclusivamente al cuidado de su cría durante por lo menos dos años. En cambio, los hombres, a pesar de las normas culturales, podemos concluir el acto sexual e irnos sin ningún tipo de carga.
S1 es el comienzo del juego sexual y S2 será ese momento –que puede existir o no– en el que ella quiera desacelerar la subida de temperatura. Puede que suceda incluso estando ambos ya desnudos, en la cama porque, aun así, ella no se siente segura de tener sexo con nosotros. Muchos hombres hemos pasado por esa situación. Aprenderemos en qué consiste ese sentimiento femenino y, sobre todo, qué hacer para que en ese momento ella sienta más ganas de tener sexo con nosotros que de cualquier otra cosa.
S3: Es el momento sexual propiamente dicho, en el que la experiencia es nuestra mejor amiga. En esta fase final del juego, la conexión y la confianza que construimos desde el comienzo de la interacción nos permitirán explorar una relación más libre de prejuicios y limitaciones. Lo más importante es recordar siempre que estamos yendo a la cama con una persona de otro sexo, que siente y vive la experiencia a su manera.
* Fragmento del libro “El Juego de la Seducción. Todo lo que un hombre debe saber sobre las mujeres”. Adaptado para INFOBAE.COM con autorización de la editorial Dibuks. Los primeros capítulos pueden descargarse gratis en la web de la editorial.