Por: Paula Denis
El cáncer de mamas es el carcinoma más frecuente en el sexo femenino. Al menos 1 de cada 8 mujeres que llegan a los 85 años padecen esta enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud sugiere auto-examinarse periódicamente luego del ciclo menstrual para detectar nódulos o “bultos” extraños en las mamas, además del control mamográfico que se recomienda realizar una vez cumplidos los 35 años y, a partir de los 40, de manera anual. En caso de tener familiares que haya padecido cáncer de pecho, se aconseja realizar la primera mamografía 10 años antes de la edad del allegado que lo haya tenido.
El gran deseo del ser humano es ser eterno pero, a veces, la realidad golpea antes de lo esperado. En un instante la frivolidad con la que se anda con naturalidad se hace añicos, la máscara detrás de la que se esconden las cosas que realmente importan, cae. “La gente anda por la vida sin saber quién es, y cuando le das una noticia semejante, como es la del padecimiento de un cáncer, la visión de las cosas da un giro rotundo”, cuenta el Dr. Néstor R. Devesa (M.N. 69055), ginecólogo y colaborador de Médicos Sin Fronteras.
Octubre es el mes mundial de la lucha contra el cáncer de mama.
“El cáncer de mama más joven que me ha tocado tratar lo recuerdo porque hacia pocos años había terminado mi formación como especialista. El caso era una paciente de 22 años con prótesis mamaria, que venia por control con características de exploración clínica benigna. Aun así pensé que era prudente operarlo. Cuando recibí el resultado de anatomía patológica me llevé una sorpresa inesperada. Estuve toda una tarde pensando la manera de informarle que las cosas no habían salido bien”, cuenta el Dr. Devesa, y continúa :”La llame por teléfono y nos reunimos para conversar. Era una joven entusiasta y sumamente carismática. Hacia poco tiempo se había hecho los implantes y cuando le comuniqué la noticia no pudo disimular la rabia, mezcla de frustración, ira y desencanto.”
Pero como todo, luego del duelo comenzó con el tratamiento, nuevamente cirugía y quimioterapia: “Mientras estaba con todo este proceso no dejo que la adversidad la abatiera, contagió sus ganas de vivir hasta en los peores momentos; andaba calva por la calle, pero sonreía. Ella me contagió su energía y se transformó en mi maestra. Cuando una experiencia de vida te toca tan cerca es imposible no recordarla.”
- ¿De dónde se saca el coraje para informar una noticia semejante?
Comencé a estudiar que no se debe hacer conspiración del silencio y que las noticias que consideramos “malas” no son tales, sino circunstancias de aprendizaje. El actuar médico debe ser valiente. Para mi la palabra “doctor” es sagrada, y soy bendecido por lo que realizo.
- ¿Qué experiencia de vida le ha dejado tratar a diario con gente que lucha por su vida?
Cada uno de ellos, sea por lo que haya sufrido han sido maestros. Ser médico es una profesión de continuo aprendizaje, tanto académico como humano y este conocimiento debe ser transmitido sin ninguna barrera. Creo fervientemente en que para actuar hay que sensibilizarse con el otro.
Quizás el camino más fácil sea actuar “de profesión”, cumplir una tarea dentro del quirófano y hacer un chequeo periódico dentro de un consultorio. Pero la vida pasa por otro lado, por acompañar y luchar al lado de las personas que realmente necesitan contención.
“La palabra fracaso debe ser retirada del diccionario. Cada experiencia de vida es un aprendizaje, una posibilidad de hacer algo distinto, una oportunidad de cambio, es ver las cosas desde otra óptica”, comenta el profesional, quien además, ejerce su tarea con el grupo Médicos Sin Fronteras . “La vida no es lineal: nacer, crecer, reproducirse, morir. Es un sinfín de momentos que hay que aprender a disfrutar, y valorar. Creo que todos valoramos mucho más las cosas cuando nuestra vida o la de un ser querido está en juego.”
Hoy gracias a los avances científicos el cáncer de mama es, en numerosos casos, curable y controlable. El cáncer ya no es un tema tabú, y padecerlo no es sinónimo del fin de la vida.