Para la novena edición de la Copa del Mundo, Argentina insistió en ser la anfitriona del certamen, pero en 1964 la FIFA se inclinó por el país azteca sosteniendo dos argumentos fundamentales: México iba a tener toda la infraestructura lista debido a la organización de los Juegos Olímpicos de 1968 y además, atravesaba una estabilidad política mucho más estable que la sudamericana. La ilusión de los criollos terminó de desmoronarse cuando su selección no logró superar a Perú durante las eliminatorias, y una vez más, el equipo “albiceleste” se ausentó de la cita mundialista.
Inglaterra 1966: Un campeón con alma pirata
La cita mundialista organizada por los creadores del fútbol se inició en un clima enrarecido. A pocos meses del puntapié inicial, la copa Jules Rimet desapareció de las vidrieras de la tienda londinense Westminster Hall, donde estaba exhibida para promocionar el torneo. El enigmático robo puso en vilo al cuerpo de policía local, que a pesar de asignar a sus mejores hombres, no logró obtener ni una pista de la curiosa sustracción. Con la desesperación por el comienzo del Mundial, la Football Association le pidió al orfebre Alexander Clarke que realice una copia para sustituir el trofeo original. Sin embargo, antes de la finalización de la réplica, un perro llamado Pickle halló la estatuilla en un jardín del suburbio Beulah Hill. La misma se encontraba envuelta en varios periódicos y había sido tomada por un obrero portuario llamado Walter Bletchley. El hecho delictivo fue una premonición de lo que pasaría adentro de los campos de juego durante el campeonato.
Chile 1962: Brasil campeón con doce jugadores
“Porque nada tenemos, lo haremos todo” fue lo que dijo Carlos Dittborn, presidente del Comité Organizador del Mundial, cuando se confirmó en el Congreso de Lisboa que Chile iba a recibir a la séptima edición de la Copa del Mundo. La falta de buenas comunicaciones, la incipiente infraestructura turística y el pésimo estado en el que se encontraban las sedes deportivas, llevaron a que el país transandino desarrolle una importante inversión que consistió en la ampliación y creación de estadios, hoteles y hasta la instalación de la primera estación de televisión, algo inédito para la época.
Suecia 1958: Pelé debutó con…
Con 17 años y 239 días, Edson Arantes Do Nacimento se transformó en el goleador más joven de la historia de los mundiales. Aquel tanto convertido a Gales en Gotemburgo, el 19 de junio de 1958, fue el inicio de una larga trayectoria internacional, para uno de los mejores jugadores de la historia. Aquel atrevido adolescente logró que la ilusión brasileña se hiciera realidad, luego de las frustraciones de 1950 y 1954. Su desempeño en la sexta edición de la Copa del Mundo fue un anticipo de lo que lograría a lo largo de los años.
Suiza 1954: El campeón inesperado
La quinta edición de la Copa del Mundo fue uno de los ejemplos en los que el ganador, no siempre es el mejor. Alemania, que ni siquiera había sido considerada cabeza de serie, consiguió derrotar a Hungría en la final. Con el 3 a 2 en el partido decisivo se generaron muchas especulaciones, entre ellas, que los germanos habían consumido estimulantes para superar al rival con el que había perdido 8 a 3 en la fase de grupos.
Brasil 1950: Carnaval, “Maracanazo” y suicidios en masa
Con las cenizas flotando en el aire y los cañones todavía calientes provocados por la Segunda Guerra Mundial, la pelota volvió a rodar en el ámbito internacional. En el congreso de 1946, en Luxemburgo, la FIFA determinó que la nueva sede para la Copa del Mundo de 1949 sea Brasil. Cabe destacar, que el país “carioca” fue el único que se postuló a organizar el torneo, dado que ningún estado europeo tenía intenciones de albergar al certamen porque se encontraban en plena reconstrucción. La única condición que impuso el anfitrión era postergar un año el puntapié inicial para poder acondicionar sus estadios y construir el mítico Maracaná.
Francia 1938: El primer bicampeón
La tercera edición de la Copa del Mundo se desarrolló en un contexto histórico muy convulsionado. A sólo un año de la Segunda Guerra Mundial, Francia recibió a 15 países para que se disputen la Jules Rimet. Austria que se había clasificado por vencer a Letonia en la eliminatoria, no participó del torneo dado que Adolf Hitler había anexado al país con el territorio germano. De este modo, la gran figura del Mundial anterior, Matthias Sindelar, fue una de las ausencias más notorias del certamen. El “Mozart del fútbol” prefirió suicidarse aspirando gas en su cocina, junto a su esposa, antes que representar al conjunto nazi.
Italia 1934: El Mundial de Mussolini
La segunda edición de la Copa del Mundo se desarrolló en un clima político muy oscuro. Con el régimen fascista en el poder y el ascenso de Hitler en Alemania, el torneo organizado por los italianos fue una demostración de cómo el deporte podía ser utilizado con fines gubernamentales.
Uruguay 1930: La primera fiesta mundialista
Jules Rimet fue el gran impulsor de la Copa del Mundo. El francés que se mantuvo 33 años como presidente de la FIFA, logró en el Congreso de Ámsterdam y en el de Barcelona organizar ese viejo anhelo que la Primera Guerra Mundial había impedido. En la ciudad de Condal se llegó a un acuerdo sobre todos los aspectos económicos y organizativos, para que en 1930 se celebre la primera fiesta del fútbol.