Viernes 5 de junio, 2015

Revisión honesta del libro electrónico Kindle Voyage

Por: Roni Bandini

Los lectores agudos habrán notado cierto adjetivo en el título de este post y estarían preguntándose cómo se articula el contraste. ¿Hay reseñas deshonestas de periodistas que opinan sobre dispositivos sin haberlos probado? Puede ser, pero en cualquier caso yo me refiero únicamente a mi propia reseña deshonesta de Septiembre de 2014: Kindle Voyage, un viaje de u$80 al mismo lugar Verán, en ese momento no parecía haber ningún Kindle Voyage en Argentina y en Estados Unidos se vendían con cuentagotas así que mi reseña estaba basada en manuales y prejuicios, como enseñó Jane Austen.

Ahora tuve la oportunidad de meterle mano a un Kindle Voyage y me propongo a compartir mis impresiones tomando como marco de referencia el Kindle Paperwhite y una infancia accidentada en el barrio de Floresta.

¿Es Kindle Voyage el mejor lector de libros electrónicos del momento?

Este enunciado se repite como un virus entre las reviews de Estados Unidos como la de Chris Velazco en Engadget “First, it’s the best e-reader you can buy right now.”, la de David Carnoy en Cnet “El Kindle Voyage es el mejor lector de Amazon hasta la fecha” y la de Brian Barrett en Gizmodo “The best eReader money can buy”

Yo no voy a ponerme a polemizar con gente que no sabe que existo - aprendí esto durante un breve paso escribiendo discursos políticos -. Lo que si voy a hacer es agregar una pieza de información: el Kindle Voyage ES el mejor lector de libros electrónicos del momento por características que a nadie le importan.

1. Tiene 88 PPI más de resolución de pantalla que Kindle Paperwhite. En textos no vas a sentir la diferencia. Para historietas infantiloides te va a seguir faltando el color.

2. Los sensores para paso de página en el marco son redundantes – también se pueden pasar las páginas tapeando la pantalla – no muy prácticos – mezclan grip con función – y por sobre todo, tienen la sensibilidad de un peleador de UFC – tres de diez no se enteran de que estás pasando de página.

3. El sensor para ajustar la iluminación de pantalla es ideal si te cortaron los dedos en un secuestro extorsivo. En cualquier otro caso, irrelevante.

4. El chasis de magnesio no se luce de ninguna manera. Quien te ve leyendo un Voyage, sólo ve la pantalla. La única forma de mostrar el back angulado de magnesio es cuando se te cae el Voyage al piso y ahí ya quedaste como un pelotudo manos de manteca que no puede sostener nada, ni los billetes en el bolsillo que pagó de más por este modelo.

En definitiva, la conclusión es casi la misma que en la review de 2014, pero ahora estas fotos acreditan que tuve el Voyage entre manos. Y no se me cayó.