Tras un par de semanas fuera del país, tuve la oportunidad de presenciar, por segunda ocasión en mi vida, un partido de la NBA. La cita era en Orlando, entre el Magic y los Detroit Pistons. Ya de antemano, el juego no daba mucha expectativa en lo deportivo. Lo que la superó por completo fue la parte extradeportiva. Para aquellos que nunca fueron a un partido de la NBA, pasen, vean y vayan comprando los tickets. ¡Imperdible!