El 18 de julio de 1936, Jorge Luis Borges abandonó pasadas las 14 horas aquella mesa que ocupaba siempre en el Bar Iberia: Avenida de Mayo y calle Salta, justo en la esquina. Caminó tranquilo hasta Plaza de Mayo. Miraba detenidamente cada una de las ventanas, de cada conventillo en la zona. Tomó nota de dos o tres ideas mientras andaba. El flujo migratorio se consolidaba, por esos días, como el sustento dela Argentina que hoy se conoce. Cuando el almanaque reposaba sobre los años en blanco y negro, las noticias aún no corrían. Más bien, gateaban. A los pocos días de ese día, llegó la noticia: un golpe de estado había fracasado en España y se abrían las puertas de la Guerra Civil, un conflicto político, social y militar que enfrentó a fascistas y republicanos. El proceso se cerró recién en 1975, con la muerte del General Francisco Franco. Continuar leyendo
Rincones ocultos: los muertos en detalle
Te mostramos, a través de una galería fotográfica, los detalles del histórico Cementerio de la Recoleta. Pequeños rasgos arquitectónicos que se pierden en el recorrido veloz por los pasillos de un lugar enigmático.
Fotos: Gisela Suárez Mermoz para #PatrimonioBA
Capital Federal, eterna en la imagen
Avenida Federico Lacroze 3901. Intersección con la calle Fraga. La luz de una tarde apenas soleada refleja en los vidrios del bar Palacio donde también funciona, desde 2002, el Museo Fotográfico Simik. Allí, está expuesta sólo una parte del material que el director, Alejandro Simik, ha recopilado junto a su equipo de trabajo durante los últimos años. El patrimonio del museo “asciende a más de 1.200 cámaras fotográficas y accesorios, 20.000 fotografías estereoscópicas en vidrio y alrededor de 10.000 fotos en papel de diferentes soportes y formatos, como así también una biblioteca con innumerables materiales de consulta”, según el propio Simik asegura.
Un día como hoy, hace 100 años…
Miles de familias caminaban rumbo a Costanera Sur, para disfrutar del agua , con las primeras temperaturas altas del año.
Corrientes y Esmeralda, antes y después
Rincones ocultos: Homenaje a la madre
Afuera, cada noche, una luna quieta custodia la entrada del Cabildo. Abajo, y al fondo bien al fondo, viven los homenajes del silencio. Muchas de las 100 mil personas que viajan en la Línea E del subterráneo cada día, pasan por la estación Bolívar, ubicada bajo tierra en la intersección de las calles Diagonal Sur y Perú. Eso da cuenta de que un incontable número de humanos pasan, también, a los pies de la escultura llamada Homenaje a la Madre, que duerme cada noche en los andenes. Fue diseñada por la artista plástica Nilda Toledo Guma e inaugurada, en la estación cabecera de la línea violeta, el 5 de agosto de 1983.
El patrimonio de cada día
Capital Federal se diluye en un sin fin de vericuetos. Algunos al alcance del ojo humano y, otros, resguardados por las sombras arquitectónicas que dejó el imperio español. La ciudad entera se esconde, y aparece en cada esquina. Ni siquiera los que nacieron aquí la conocen entera. Hasta el más asiduo caminante pierde el rastro en algún punto. De partida y de llegada.
A veces la Ciudad se va, cantada en las letras de tango, mientras una ventisca rioplatense agita eternamente el bigote del Polaco Goyeneche. Por momentos Buenos Aires nace sobre los empedrados de El Bajo; o cuando el suelo tiembla, porque los vagones del subterráneo avanzan sobre las entrañas argentas. Hay quienes vieron morir a la jungla de cemento en los parques de Recoleta, hay quienes la vieron resucitar en los andenes de Retiro.