Por: Alvaro Ithurbide
Hacia fines del siglo XIX el escritor francés Emile Zola se convertía en el máximo referente de un nuevo movimiento literario: el naturalismo. Caracterizado por su crítica social y el reflejo de la realidad -las miserias- tal cual se ven, el naturalismo estaba fundamentado por el positivismo, la teoría evolucionista de Darwin y el determinismo. Este último concepto rezaba que el ser humano está condicionado por el medio y determina su destino. Quien nació en la pobreza, morirá en la pobreza. El movimiento se expandió y llegó hasta el Río de la Plata, siendo Eugenio Cambaceres y su libro “En la sangre”, el mejor exponente del naturalismo y el determinismo nacional.
Casi un siglo después, en 1979 y en un campo de refugiados de Argelia, nacía Tinariwen, formada por músicos de la etnia Tuareg del norte de Mali, una ex colonia africana francesa. Los miembros de Tinariwen sufrieron tres insurrecciones/guerras civiles en Mali y recién lograron grabar su primer álbum en 2001, 23 años después de su formación. Hoy, Tinariwen ha lanzado cinco discos, se alzó con el Premio Grammy al Mejor álbum de World Music 2011 y tocó en festivales de todo el mundo. Un ejemplo de superación que refuta en su totalidad ese concepto determinista nacido casi un siglo antes en el primer mundo.
Los tuareg son un pueblo nómade e islámico del desierto del Sahara. Su población se extiende por Argelia, Libia, Níger, Burkina Faso y el norte de Mali. Tienen lengua, tamashek, y escritura propia, tifinagh. En 1960 Mali proclamó su independencia de Francia, pero el nuevo gobierno no incluyó a los Tuareg, quienes vieron amenazadas sus tierras. En 1962 movimientos separatistas tuareg comenzaron una insurrección que duró hasta 1964. El gobierno de Mali, luego de reprimir y masacrar a las tribus, forzó un armisticio, obligando a muchos tuaregs a emigrar a países vecinos. Ibrahim Ag Allhabib, quien por entonces tenía cuatro años y presenció la ejecución de su padre, fue uno de ellos. Se exilió junto a su familia en Tamanrasset, un campo de refugiados al sur de Argelia. Allí, durante los años setenta Ibrahim conocería a Hassan Ag Touhami con quien compartiría un mismo interés por la música, tanto autóctona como por bandas occidentales como Led Zeppelin, Dire Straits, Santana y Bob Marley.
En 1979 el grupo comienza a encaminarse. Tocan bajo el nombre de Taghreft Tinariwen, que luego abrevian Tinariwen y que significa “del desierto” en lengua tamashek. Sin embargo el camino del grupo sufre un parate. Aún en el exilio, en 1980 los miembros del grupo responden un llamado del dictador libio Muammar al-Gaddafi, quien invitaba a todo tuareg exiliado a recibir entrenamiento militar. Cinco años después, en 1985, responderían un llamado similar, pero ésta vez por parte de líderes tuareg rebeldes en Libia. Allí, Ibrahim Ag Allhabib conocería a Keddou Ag Ossade, Mohammed Ag Itlale (alias “japonés”), Sweiloum, Abouhadid, y Abdallah Ag Alhousseyni, quienes conformarían la base estructural de Tinariwen. A partir de 1985, el grupo graba algunas canciones en casettes, los que se distribuyen velozmente por toda la región, convirtiéndose en referentes de la liberación tuareg.
En 1990 estalla una segunda insurrección tuareg en Mali y Níger. El objetivo, nuevamente, era crear una nación autónoma. En 1991, paradójicamente, un golpe de estado al gobierno de Mali conlleva una serie de modificaciones constitucionales que convierte al país africano en una nación democrática. Al año siguiente, Alpha Oumar Konaré gana las primeras elecciones democráticas en el país y logra aplacar la rebelión tuareg, dándole más autonomía a la región de Kidal (foco de la rebelión). La paz y la democracia provocan que los Tinariwen regresen a Mali, luego de 30 años de exilio.
Convertidos ya en los referentes de toda una nación, en los años 90, la fama y el prestigio del grupo crecen a pasos agigantados, grabando en el 2001 su primer disco, The Radio Tisdas Sessions, y girando por toda Europa. Además, ese año el grupo deja de ser una banda propiamente dicha para convertirse en un colectivo de músicos tuareg, integrando en sus filas a muchos jóvenes músicos. En el 2004 lanzan Amassakoul, pero no sería hasta 2007, cuando ve la luz su tercer disco Aman Iman, que la crítica internacional se rendiría a sus pies. Dos años más tarde, Imidiwan es lanzado con gran éxito. Pero la frutilla del postre vendría con Tassili, su último álbum, publicado en el 2011 y con el cual ganaron el Premio Grammy al Mejor álbum de World Music.
Elogiados por músicos de la talla de Robert Plant, Elvis Costello, Thom York o Carlos Santana, (con quien compartieron escenario en el Montreux Jazz Festival 2006), la música de Tinariwen está signada por la guitarra de Ibrahim Ag Allhabib. Fusionan instrumentos autóctonos con rock y blues logrando un sonido hipnótico, crudo y envolvente, muy cercano al blues del Oeste de África y al reggae roots.
En enero del 2012, mientras en Occidente pasaban por la televisión el hundimiento del crucero italiano Costa Concordia, estallaba en Mali un nuevo intento separatista Tuareg, liderado por el Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad, el cual provocaría un sangriento golpe de Estado. Este desconocimiento crónico del mundo de sí mismo fue, salvando las distancias entre un siglo y otro, el que podría haber fundamentado el carácter trágico del determinismo naturalista. Quizá, si Emile Zola y Eugenio Cambaceres hubieran conocido la historia de Tinariwen, el movimiento literario se hubiera dotado de, al menos, un poco de esperanza.
En el siguiente link, el tema Tenere Taqhim Tossam, del álbum Tassili (2011), grabado con la colaboración con Kyp Malone y Tunde Ademipe, del grupo Tv On The Radio: