Cientos de personas se manifestaron el fin de semana en Nueva York para pedir al Congreso de Estados Unidos regulaciones más fuertes y mayor control sobre la actual venta de armas de fuego en el país norteamericano.
Los manifestantes, muchos de ellos familiares de víctimas, cruzaron el puente de Brooklyn hacia Manhattan para reclamar a las autoridades medidas que contribuyan a reducir el número de muertes por bala, indicó la agencia Efe.
Entre los grupos participantes figuraron Moms Demand Action for Gun Sense in America, una organización creada tras la matanza de la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut) en 2012, en la que un joven asesinó en el centro educativo a 20 niños y seis adultos.
Esta semana, un estudiante en una escuela secundaria cerca de Portland (Oregón) asesinó a otro alumno antes de quitarse la vida, un suceso registrado apenas dos semanas después de que otro joven abriese fuego en la Universidad de Santa Bárbara (California) y matara a seis personas.
La Administración de Obama ha tratado de impulsar un conjunto de medidas para reformar la legislación de control de armas, pero el Congreso no aprobó siquiera la que generaba más consenso: un sistema de verificación de antecedentes para impedir que las armas llegaran a los criminales o a las personas con problemas de salud mental.
“Quiero ver a nuestras leyes protegiendo a nuestros hijos, no a nuestros grupos de presión pro armas”, dijo Andrew Morosky, de 48 años, que vive en Newtown y cuyos hijos tenían amigos entre los 20 estudiantes que fallecieron en el ataque junto con seis profesores. “Después de lo que pasó, sentí que tenía que hacer algo. Me quedé demasiado tiempo a un lado”, indicó por su parte The Associated Press.
El multimillonario Michael Bloomberg, que no participó en la marcha, se ha vuelto uno de los defensores del control de armas más destacados del país y ha invertido millones de su dinero en la causa.
“Tenemos que detener la locura”, dijo la congresista Carolyn Maloney, demócrata de Nueva York. “Demasiada gente ha muerto y demasiados miembros de los grupos de presión han mentido”.
Las peticiones de comentarios a la National Rifle Association, el principal grupo de presión a favor de los derechos de armas, no fueron respondidas de inmediato.
Los esfuerzos por cambiar las leyes federales tras el tiroteo de Sandy Hook fracasaron, aunque unos pocos estados han endurecido sus regulaciones. Algunos estados suavizaron sus normas sobre armas.
La sociedad estadounidense todavía se encuentra dividida en cuanto al debate sobre el uso y tenencia de las armas de fuego, sin embargo, las masacres realizadas por civiles se han disparado en EE.UU en los últimos años, lo que ha llevado al propio presidente Barack Obama a decir que su “mayor frustración” es no haber logrado endurecer las leyes de control a las armas a nivel nacional.
El martes pasado, un hombre armado ingresó a una escuela secundaria de Oregón y asesinó a un estudiante antes de quitarse la vida. Este es el número 37 en el que las armas de fuego se ven involucradas en tiroteos dentro o en las cercanías de escuelas en EE.UU tan sólo en lo que va del año.