Por: Rafael Pérez Revilla
Hace ya algún tiempo mostrábamos como la imaginación y las ganas de superación habían conseguido que Kelvin Doe, un niño que aprendió electrónica en los vertederos de Sierra Leona, consiguiera una beca en el prestigioso MIT.
Volvemos de nuevo a una nueva África, donde su población trata de sorprender al mundo occidental, mostrando que del continente africano también puede salor talento e innovación.
Durante años las tasas de mortalidad de bebés en Uganda es de las más altas del planeta, debido a razones económicas, problemas de atención sanitario o dificultad de acceder a zonas remotas.
En la mayoría de los casos, incluso si una mujer es capaz de acceder a un centro de salud, no será capaz de obtener un sistema de ultrasonido por la falta de medios del propio centro para tener uno de estos dispositivos. Las clínicas terminan usando dispositivos con 100 años de edad, para monitorear los latidos del corazón del bebé.
Josh un chico ugandés ha desarrollado su propia aplicación de ultrasonido para smartphones,y de esta manera se puede diagnosticar, alerta, y sugerir cursos de acción para las futuras mamás
Vía upsolc