Desde que las empresas empezaron a ver más seriamente las posibilidades de teletrabajar, he visto muchos procedimientos. Desde el simple hecho de entregar una computadora al empleado y decirle que de ahora en más teletrabajaba en su casa, hasta decisiones por las cuales no se empieza a teletrabajar porque no se tiene una ley.
Las consecuencias están a la vista, ninguno de los dos extremos permiten avanzar correctamente con el teletrabajo.
Tampoco creo en la aplicación de modelos enlatados, aún cuando éstos hayan sido exitosos en otras empresas. Su organización tiene características que la hacen diferente por, su cultura, su situación económica, su tipo de actividad, por sus gerentes y por las necesidades y expectativas de su gente …, y por ello un programa de teletrabajo debe hacerse a su medida.
Es importante disponer de tiempo para conversar con el primer nivel de su organización y que las decisiones políticas se tomen en conjunto. Entre todos determinarán con mayor facilidad cuáles son los objetivos específicos que se quieren alcanzar con este programa y que se apropien de ellos.
A partir de la gripe A un grupo de profesionales decidimos unirnos para atender las necesidades planteadas por las empresas que querían implementar programas de teletrabajo.
Por aquella época, se trataba de proteger a los grupos más vulnerables, en especial a las mujeres embarazadas. Esto significó un avance para el teletrabajo en relación de dependencia.
Fue para nosotros indispensable desarrollar un procedimiento que orientara la tarea gerencial, que fuimos desarrollando, probando y perfeccionando a lo largo de estos años.
Aunque algunos tienden a simplificar y creen que para teletrabajar no hace falta mucho de nada, están convencidos de que es suficiente dar una computadora al empleado y decirle que empiece a teletrabajar desde su casa a partir del día siguiente, la realidad dice que un programa que pretende ser exitoso debe ser meditado, planificado y consensuado entre los máximos niveles de las diversas áreas intervinientes.
La etapa de diseño se inicia con un análisis de factibilidad para implementar el programa piloto de teletrabajo en el cual se tiene especialmente en cuenta la inversión que la empresa va a realizar. Se trabaja en el análisis de las definiciones estratégicas de la organización, se acuerdan los objetivos, los costos y los beneficios que se esperan del programa en el corto y mediano plazo.
Se puede decir que la metodología que hemos desarrollado es “colaborativa” entre la empresa contratante y Red Experta. En cuatro reuniones semanales con el grupo de trabajo se definen cada uno de los pasos y se toman las decisiones necesarias en todos los temas que componen el diseño de este tipo de programas como ser: las áreas que participarán, la duración y el tipo de teletrabajo, los días y horarios de teletrabajo, la extensión y los criterios para la selección de los teletrabajadores, los medios de comunicación, los costos y beneficios, los objetivos e indicadores de seguimiento, el nuevo contrato de trabajo, la capacitación, los elemento que habrá que entregar, cómo cumplir con la legislación laboral vigente, etc. Además en el mismo diseño se sientan las bases mínimas para las siguientes fases que podrán realizar solos o con nosotros.
Un programa completo requiere de al menos cuatro fases o etapas para poder completarse de manera exitosa. Aparte del diseño, las siguientes son la Implementación propiamente dicha, el Seguimiento y la Evaluación que determinará si el programa se extiende o se termina.
Red experta, no es una empresa, pero es la única organización que cuenta y reúne a expertos con más de 10 años de experiencia para atender lo que usted necesita.
Anímese y empiece a pensar con tiempo en un diseño de un programa piloto de teletrabajo para su organización.
Visite la oficina de Red Experta en Torres de Teletrabajo: http://torresdeteletrabajo.com/oficina/0/L8
Sonia Boiarov