Por: Sebastián Ortiz
A veces cuando uno tiene un sueño y le parece inalcanzable, difícil de lograr, al comentarlo entusiasmado, lleno de ilusiones, a los demás les puede sonar una locura. Algunas de estas cosas quizás le sucedieron a Eduardo Raffetto, Presidente de la Asociación Argentina de Tenis para Ciegos y Director del Programa de Tenis para Ciegos y Disminuidos Visuales de Argentina (PTCArgentina).
En Febrero del 2014 se juntaron 10 países, en Texas, Estados Unidos, en el marco del primer Congreso de Tenis para Ciegos y Disminuidos Visuales, allí se creó la IBTA (International Blind Tenis Association). Eduardo Raffetto fue nombrado como representante oficial de Argentina ante la IBTA y el mundo. En nuestro país este plan tiene por objetivo trasladar los fundamentos y lineamientos de la Asociación Argentina de Tenis para Ciegos a todos los lugares del país que quieran llevar adelante prácticas del PTCA (Programa de Tenis para Ciegos)
Esta Asociación está ubicada en Buenos Aires, en el Barrio de Caballito, en la calle Rivadavia 5764. Brindan clases a 22 alumnos de ambos sexos, miércoles y Jueves de 14 a 17. Las clases son totalmente gratuitas. Su staff está integrado por más de 12 personas, cada una con una tarea diferente. Uno de ellos es Guillermo Ferreyra, Profesor de tenis y de Educación Física, encargado de la preparación física de los alumnos.
También en esta área cuentan con la colaboración de Rafael Díaz Herrera, venezolano que reside en Argentina hace diez años. Para prepararlos y asistirlos en la parte técnica se encuentra Gastón Labaronnie y la profesora Natalia Pedraza. Luego se encuentra Mónica Poratto encargada del área Académica y social, acompañada por Roció Zamora Solé. Ellas se encargan del Área Académica y Social, también cuentan con un área de Comunicaciones y no hay que olvidarse de los voluntarios.
Lo que realizan básicamente los alumnos en el tiempo en el que entrenan es una entrada en calor, que puede ser caminando o trotando, dependiendo de las necesidades y el estado físico de cada uno. También elongaciones, abdominales, flexiones. Luego entrenan la parte técnica con unas pelotas de mayor diámetro que las convencionales con un sonido (tipo sonajero) y las raquetas son las junior para mayor comodidad de los alumnos. Las canchas están marcadas para una mejor ubicación y una ayuda también a la hora del desplazamiento.
Cada vez que ingresa un alumno nuevo se presenta con un certificado médico y el certificado de discapacidad, ambos necesarios para poder realizar la actividad. También cuentan con una sede en Rosario, Provincia de Santa Fe a cargo de la Fundación de Estar – Eduardo Shwank.
Lo que realizan estas personas es realmente increíble y extraordinario. Hay que destacar su labor social y humanitaria, que es muy importante. Brindan sueños y esperanzas a mucha gente que lamentablemente muchas veces la sociedad les da la espalda. Por eso este proyecto es muy valioso, pero no solo se benefician las personas con discapacidad visual, sino todos aquellos que siguen adelante con este programa. Porque la sensación de ayudar a otras personas es gratificante y recíproca. Al ayudar uno aprende y es en ese momento en el cual ambas partes se ven beneficiadas. Es importante destacar que este programa está siendo llevado a cabo sin ningún tipo de ayuda económica. Ellos brindan mucho de su tiempo y muchas veces de su dinero para seguir creciendo. También para lograr muchísima más difusión sobre las tareas y actividades que realizan. Por eso es de suma importancia que se acerquen ayudar. Este es un ejemplo de inclusión social, de superación, de cómo con esfuerzo y dedicación a veces lo imposibles se puede lograr.
Sergio Portale