Por: Nicolás Godoy
Cuesta resumir el partido de ayer en Liniers donde Vélez fue más ganas que futbol, pero dueño casi absoluto del partido en cuanto a posesión ante un tibio (muy tibio) Boca que defendió su victoria con 10 jugadores más el arquero en su propio campo casi todo el segundo tiempo, y buena parte del primero.
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Ya paso la derrota, cuesta digerirla pero pasó. Los hinchas de Vélez tenemos los dos goles atragantados del Chucky Ferreyra (que es crack) que no nos permitieron llegar a ese empate que hoy no veríamos con malos ojos.
La derrota fue, pasó y dolió. Pero ayer yo como muchos hinchas de Vélez nos fuimos convencidos que este Vélez va a ser el campeón del fútbol argentino. Que el Fortín no es menos que nadie y más que todos. Que este partido fue nuestro Central de aquel año 93, o nuestro Instituto de un más cercano 2005. Fue ese partido que se sale de la media para dejarte tambaleando, mejor dicho, para dejarte hambriento de revancha en la recta final.
Habrá que esperar hasta hoy por noche para ver que panorama dejan las tres últimas fechas. Racing se puede acercar, y hasta Lanús y Belgrano alcanzarnos (si le dan por ganado el partido con el Rojo). Pero como dijo nuestro arqueo Sebastián Sosa ayer post partido “Depende de nosotros”.
Se va a sufrir hasta el último minuto de la fecha 19, de eso que no les quepa duda a nadie.
La brevedad de post demuestra el cimbronazo que fue la derrota de ayer para todos, y la ansiedad que tengo encima, es la misma que tenes vos y pide revancha de triunfo el domingo.
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PD: Ayer el equipo fue despedido por todo el estadio aplaudiendo al equipo y cantando por sus huevos dentro de la cancha. Dale Vélez, que no ha pasado nada.