Por: Cecilia Boufflet
El Banco Central reguló los créditos personales y prendarios intentando recuperar el impulso al consumo que esos préstamos generaron en los últimos años y que se frenó con la suba de tasas para contener el impacto de la devaluación de enero. Lo primero que tenés que pensar si estás buscando un crédito, es si lo necesitás verdaderamente. Y si la respuesta es que sí, ¿ cuánto más barato será endeudarse con el nuevo régimen?
Comparamos dos créditos exactamente iguales con las tasas que rigieron hasta esta medida y con las que fija la normativa y se podrían ahorrar cinco cuotas y casi el 10% del préstamo.
Un préstamo personal de 30.000 pesos y a 48 meses de plazo, antes de la norma del Central la tasa nominal anual promedio del mercado era de 48% y la cuota promedio llegaba a 1.607 pesos. El mismo crédito con la nueva regulación, tendría una tasa del 40.9% y una cuota de 1.443 pesos en promedio.
¿Cuánto pagabas y cuánto pagarás ahora por pedirle 30.000 pesos al banco? En el esquema anterior, en 4 años le devolvías al banco 77.136 pesos, un 160% más de lo que habías pedido. Con la nueva norma, devolverás en 48 cuotas 69.264 pesos, que equivalen a un 130% más de lo que pediste. En pesos, en cuatro años te ahorrás 7.872 pesos que equivalen a 5,5 cuotas de préstamo.
Un préstamo prendario de 70.000 pesos y a 4 años de plazo, antes de la norma del BCRA, la tasa nominal anual era, en promedio, del 41 por ciento y la cuota costaba 3.373 pesos. Mientras que con la nueva normativa, la máxima tasa que puede aplicar un banco es del 35.28 por ciento y la cuota promedio 3.076 pesos de pesos.
¿Y si le pediste al banco 70.000 pesos para comprarte un auto con una prenda? En el esquema anterior, en 4 años le devolvías al banco 161.904 pesos, un 131% más de lo que habías pedido. Con la nueva norma, devolverás en 48 cuotas 147.648 pesos, que equivalen a un 111% más de lo que pediste. En pesos, en cuatro años te ahorrás 14.256 pesos que equivalen a 4,6 cuotas de préstamo.
Como habrás notado, el nuevo régimen no hace que los créditos sean una ganga. De hecho, los bancos medianos y chicos, que tendrán una regulación diferente a la que se fijó para las 35 entidades más grandes, y en muchos casos no necesitarán tocar la tasa que hoy cobran porque cumplen con la medida.
Por lo tanto, considerá bien si el crédito que vas a tomar es un buen o un mal crédito, antes de avanzar y endeudarte.
Por otra parte, si la baja del costo financiero no es significativa, la posibilidad de que los consumidores retomen los pedidos de créditos que habían abandonado con los aumentos, es escasa. En un banco mediano que consultamos desde Vil Metal realizaron una encuesta para saber si sus clientes estaban interesados en tomar créditos y la respuesta mayoritaria manifestó que sólo lo harían si la tasa de interés baja significativamente. No parece que una rebaja de 6 puntos alcance para conformarlos y volver a usar esta herramienta financiera como motor de consumo.
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