La calidad de nuestras vidas tiene mucho que ver con la calidad de nuestras relaciones. No me estoy refiriendo al número de conocidos que tenemos, sino a la hondura y solidez de los vínculos que establecemos.
Los seres humanos tenemos una serie de necesidades que hemos de cubrir para sentirnos bien y en equilibrio. Precisamos sentirnos valorados y también nos hace falta saber que pertenecemos a un grupo y que se nos acepta como parte importante del mismo. Además, hemos de tener la sensación de que estamos contribuyendo en un proyecto valioso, un proyecto que para nosotros tiene sentido.