La mística de las situaciones dialogales

#Cabala

Una técnica relacionada con el desarrollo de las capacidades místicas es la de los diálogos. Una de las personas que más trabajó en ella, desde el punto de vista de la filosofía, fue Martin Buber, el filósofo y escritor judío que nació en Viena, Austria, en 1878 y murió en Jerusalén, Israel, en 1965. Fundamentalmente, en su obra Yo-tú, de mediados de la década de 1920, Buber trae a la mesa la idea del diálogo, del encuentro. Especifica que la suma de “yo” más “tú”, cuando es verdadera y auténtica, no da dos, sino tres.

El tercer componente es la conexión. Ya no se trata de una intimidad con uno mismo, trabajando la edición de la propia historia o analizando la interpretación personal del texto (a pesar de que lo estudie con otros o de que tenga instructores). En este caso, lo preponderante es la situación dialogal, en la que uno es receptivo al encuentro con el otro. Cuando ese diálogo, esa comunión, resulta auténtica, entonces uno puede al mismo tiempo encontrarse con uno mismo y con una ilusión trascendente a los dos.

¿Con qué persona me puede pasar esto? Por lo pronto, las situaciones dialogales no necesariamente se dan con otros seres humanos. Son conexiones que se pueden dar con la naturaleza, o con el silencio. Atención: que “tener un diálogo con el silencio” no es precisamente un sinónimo de “estar meditando”. El estado de recepción no se da solamente sobre el individuo.

La cábala habla de que lo recibido por el individuo es intransferible a otros y que éste es soberano de lo que va a hacer con eso. Pero hay situaciones dialogales de comunión con otros, a través de los cuales cada uno de los participantes del diálogo se conecta con algo que está más allá de los dos. Los seres humanos somos buscadores naturales de ese tipo de diálogo. Por eso, esta es la experiencia mística más común en la vida, aunque la tengamos soslayada. Porque tiene que ver con lo vincular.

El amor es la forma en que las personas le dimos formato a una unión mística entre dos. ¿Se puede explicar qué es el amor? Tal vez, ni siquiera es necesario. A pesar de que se trata de una experiencia única e irrepetible, intransferible, que produce un vínculo pero que, al mismo tiempo, genera cosas diferentes para cada uno de los vinculados, a pesar de que es algo tan complejo como la cábala, no necesitamos explicarlo. Es obvio. En el plano dialogal, el amor nos brinda un excelente ejemplo de cómo, a este nivel, existe una problemática: que cuando se cancela l dimensión mística, el vínculo se aliena.

El plano dialogal parece, a simple vista, alejado de la mística. Incluso, para muchos resulta prosaico, vulgar, demasiado cotidiano. Sin embargo, es un excelente camino para iniciarse en estas disciplinas. Porque es versátil.

Porque si se logra desarrollar el sendero de iniciación y se adquieren el conocimiento, la disciplina y los atributos que la cábala aportan, después es posible transferir todo eso en el plano de lo concreto.