Por: Nicolás Gilardi
Esa fue la sensación que dejó el domingo a la noche, un poco de alegría. Felicidad por haberle ganado al “gran candidato” en su cancha, por seguir firmes en el objetivo de clasificar a la próxima Copa Libertadores y por haber sumado tres partidos sin recibir goles…lo que no es poca cosa para este equipo!
En el debe quedó la escasa vocación ofensiva, algo que en el primer tiempo no se notó tanto, porque pudimos devolver golpe por golpe, pero sí en el segundo, donde jugamos prácticamente dentro de nuestra área. Muy atrás, demasiado, casi como un equipo chico. El haber ganado tapó un poco esto, pero me dejó realmente preocupado.
No puedo dejar de destacar otra vez al “Flaco” Schiavi. Nuestro capitán tiene casi 40 años y fue la gran figura del equipo. Sacó todo por abajo y por arriba, tuvo voz de mando y corrió a la par de chicos que tienen la mitad de su edad. No perdió ningún duelo y se hizo respetar, como en el Superclásico, como siempre lo hizo.
El “Tanque” Silva también hizo muy buen partido, forzando a los defensores y jugando contra un estadio entero, que lo hostigó desde que empezó el partido, hasta que se cansaron de silbarlo, pasando del repudio al respeto.
El “Pichi” Erbes volvió a sumar puntos en el medio campo, hasta que en el complemento se vio desbordado por el asedio al que nos sometió Vélez. No es un dato menor que sea titular en este equipo de Falcioni. Leandro Somoza, uno de los preferidos del DT, estuvo en el banco.
No nos olvidemos que cuando el ex Vélez y Villarreal se lesionó, Falcioni no quería a Erbes y les pidió a los dirigentes que traigan a Claudio Yacob, por ese entonces en Racing.
Y hablando de alegrías, no puedo dejar de mencionar la grandísima felicidad de los últimos días, cuando Riquelme expresó su deseo de volver a ponerse la camiseta azul y oro.
Una grata noticia que me sorprendió, después lo que se había dicho anteriormente. Tras las declaraciones de Román, la pelota la tienen los dirigentes. ¿Querrán todos los que manejan el club realmente que regrese? Ojalá no se equivoquen y todos seamos felices, como siempre dice el “10″.