De mal en peor

#BosteroSoy

El paso de Boca por Liniers dejó en claro que la victoria de la fecha pasada ante Estudiantes fue solo un desahogo. Solo eso…

 

Otra vez fuimos un equipo timorato, que salió a esperar lo que hacía el rival. Corriendo atrás de la pelota, sobre todo en el primer tiempo, etapa en la que los volantes de Vélez hicieron lo que quisieron. Con Romero como eje, el mediocampo del ”Fortín” monopolizó la pelota. Hizo ancha la cancha ante la mirada expectante de los boquenses.

Pese a eso, en esa primera etapa, tuvimos alguna situación. Pero entre la falta de puntería de Gigliotti y alguna tapada del uruguayo Sosa, no pudimos quebrar el marcador. Hagamos nombres propios. Marín, flojo y dubitativo. El “Cata” Díaz, lejos de su nivel. Ledesma, superado y perdido jugando de 5, mientras que Rivero lució sin ritmo. En este último caso hay que recordar que estuvo casi un año sin jugar.

¿Y Gago? Se notaba que estaba en la cancha solo cuando se quejaba. Con el árbitro, o recriminando a los compañeros. ¿En el juego? Nada. No vamos a discutir el enorme jugador que es Gago. Pero debe dejar ese fastidio permanente de lado y ponerse a jugar de una vez. Esto es Boca.

Acosta, encarador y con buenas intenciones. Pero le falta, es muy pibe. Bien Orion, Forlín y Sánchez Miño. Los únicos que estuvieron a la altura. También Perotti tuvo entusiamos cuando entró. Pero sus ganas de demostrar lo llevaron a perderse tácticamente y quedó siempre desacomodado.

Otro futbolista que está en un nivel muy bajo es el “Burrito” Martínez. Entró en el segundo tiempo, pero parecía cansado, peleado con la pelota, con una velocidad menos que los rivales.

¿Y Riquelme? ¿Tan mal está físicamente que ni siquiera jugó 20 minutos? ¿Para que estuvo en el banco de suplentes entonces? Cuando empezó el segundo tiempo, Gago se paró junto a los delanteros, casi de enganche. Pasaban los minutos y su rendimiento era cada vez más bajo. ¿No era el momento de Román? Incluso para los tiros libres, que hubo dos o tres en inmediaciones del área. Pudo hacer pesar su pegada.

La derrota en Liniers nos deja muchísima preocupación. Van cinco partidos y perdimos tres. Pero más allá de los resultados, lo grave es la falta de identidad, de juego. Falta de “viveza y malicia” dijo Bianchi después del partido con Vélez. A varios futbolistas les falta viveza y malicia. Todavía estamos a tiempo, pero si seguimos así lo vamos a lamentar a futuro. Hasta la próxima.