Por: Nicolás Gilardi
Esas son las primeras conclusiones que pueden hacerse tras el empate en el estadio Marcelo Bielsa. Por un lado, el cambio de actitud y la mayor seguridad en defensa, y por otro, un empate que seguramente será valorado cuando el torneo Final ya esté en sus últimas fechas.
En cuanto a lo primero, el equipo llegaba golpeado por los resultados del verano -que más allá del dolor de perder los clásicos, no dejaron de ser amistosos-, pero sobre todo por las dudas generadas por el funcionamiento. El sistema utilizado en los juegos de preparación (4-2-3-1) casi que no dejó lecturas positivas. Poca marca por las bandas (quedaban muy expuestos Grana y Zárate), Gago lejos de la generación de juego y Gigliotti haciendo de “llanero solitario”. Ahora, cuando hubo que jugar por los “porotos”, Carlos Bianchi optó por un esquema más clásico (4-4-2) y las cosas se acomodaron un poco.
En Rosario se pudo ver un equipo más corto, con pocos espacios entre líneas y el “Puma” Gigliotti estuvo más acompañado. Es cierto que Newell’s tuvo la pelota la mayor parte del partido, pero Boca generó más llegadas ante el arco rival e incluso más peligrosas que las de los dirigidos por Alfredo Berti. Obviamente, lo nuestro no fue descollante, pero con los antecedentes mencionados, no podemos quejarnos por lo realizado el domingo.
El punto, en definitiva, debe ser valorado como un resultado positivo. No olvidemos que en el torneo anterior, los rosarinos se llevaron los tres puntos de la Bombonera. Y ese certamen se definió por poco margen, en el final. ¿Cuánto lamentamos los puntos que se nos escaparon en el Inicial?
Párrafo aparte para Ever Banega. Demostró toda su calidad y buen pie…pero con otra camiseta. La explicación que brindó Bianchi para no traerlo a Boca no parece revestir mayor análisis. Qué ocupa el mismo puesto que Gago. Ante esto, se pueden decir un par de cosas. Primero, los buenos jugadores pueden complementarse a la perfección. Segundo, Banega puede jugar más adelantado, como enganche, o por las bandas, como lo hace el propio Gago, o Ledesma. Está claro que el “Virrey” prefirió no sumarlo por un tema de vestuario, optó por no alterar una convivencia que viene con problemas hace años…
Más allá del caso de Banega, es llamativa la falta de variantes, sobre todo en ataque. Antes, teníamos “superpoblación” de delanteros. Se fueron Viatri, Silva y Blandi. Quedó solo Gigliotti. Ahora tenemos que rezar para que no sufra ni un resfrío. ¿Quién es su reemplazo? ¿Perotti? El “Monito”, que jugó su último partido en Europa el 18 de diciembre y no estará al menos hasta la tercera o cuarta fecha, tiene vocación de ataque, pero suele jugar por las bandas. Es más probable que ocupe un lugar como volante ofensivo. Esperemos que lo haga bien. Hasta la próxima.