Por: Nicolás Gilardi
Tomando en cuenta los últimos partidos del equipo se puede concluir que Boca tiene varias caras. Una de local, otra de visitante, otra jugando por la Copa, otra con titulares, otra con suplentes, otra con Riquelme, otra sin Román…El único factor común que las une a todos ellas es la endeblez defensiva, algo que parece no tener solución, incluso en aquellos partidos en que jugamos bien y generamos situaciones de gol
Con Argentinos volvimos a padecer ese punto débil y el equipo de La Paternal logró empatar en su segundo tiro al arco del partido. Encima fue otra vez de pelota parada, algo que por el momento parece no tener solución. En la conferencia de prensa, Bianchi atribuyó el problema a “nervios y distracciones” y dijo que por más que se trabaje en la semana, si los futbolistas no están atentos, es inútil repetir la jugada en la semana.
En la última línea, los puntos flojos volvieron a ser Caruzzo y Franco Sosa. En el caso del tucumano, se llevó el repudio de la gente, que hasta el momento parecía ser algo exclusivo de Somoza. El lateral derecho sigue siendo otra cuenta pendiente sin solución. Seguimos lamentando la venta de Facundo Roncaglia, alguien a quien empezamos a extrañar una vez que se fue. Pasaron varios por ahí e hicieron agua.
Ya hablamos del tema defensivo, que estuvo otra vez en el debe. Ahora es hora de hablar de la creación de juego. Con Nacional, en ambos partidos, en la Bombonera y Montevideo, y de la mano de Riquelme, supimos crear varias situaciones de gol. Sin embargo, contra el “Bicho” apenas pudimos patear al arco.
Argentinos está último, no ganó ningún partido. A ese equipo, le metimos un gol de penal y no mucho más. Tuvimos la pelota, pero faltó cambio de ritmo, sorpresa, desborde por las bandas y presencia en el área.
Lo venimos pidiendo hace rato…¿no es momento de que juegue Blandi? Silva sigue chocando una y otra vez, no gana en los duelos con los marcadores y está en un flojo nivel. A su favor, se puede argumentar que la pelota no le llega.
Ahora, Copa Argentina mediante, tenemos un parate de varios días y luego se viene Independiente en Avellaneda. Lindo juego en la previa y en el final, por eso del folklore y por los fantasmas de la B.