Por: Nicolás Gilardi
Si bien se mejoró en la creación de situaciones de gol y hubo un saludable afán de atacar y presionar en la mitad de la cancha, quedó claro que falta mucho para aceitar el funcionamiento colectivo y que por ahora estamos lejos de ser un equipo.
Para ejemplificar esto nada mejor que lo que pasó con Newell´s. Pese a que le faltaron sus principales figuras -por lesiones, convocatorias o ventas- no se resintió la estructura y futbolistas de mejor jerarquía escondieron sus limitaciones dentro del conjunto, sin desentonar. Nosotros sabemos mucho de eso. En la primera época del “Virrey”, los cambios de nombres no afectaban al equipo y cualquiera que entraba, rendía…No hay que desestimar que el estado de ánimo pesa y que uno se acostumbra tanto a ganar como a perder…
Pero bueno, volvamos a lo nuestro. Muchos apuntaron a los laterales, y con parte de razón. Pero también hay que decir que Sánchez Miño y Ledesma no colaboraron en la marca y dejaron muy solos -siempre mano a mano- a Insúa y Marín. En el medio, Ribair Rodríguez fue pura voluntad, pero le volvió a faltar compañía en su función -igual que con Belgrano- y se excedió en la pierna fuerte. Una alternativa pensando en el próximo partido puede ser el “Pichi” Erbes, que terminó en buen nivel el semestre pasado y viene con ritmo de fútbol, ya que jugó dos partidos en reserva.
Los rosarinos leyeron el partido muy bien y cuando salíamos en bloque venían cambios de frente o pelotazos largos que caían a espaldas de los defensores y eran letales. De todos modos, el encuentro podría haber terminado empatado e incluso con una victoria. En eso se mejoró con relación al torneo pasado…pero lamentablemente no alcanza.
Podemos decir que el regreso de Gago va a ayudar mucho y que Riaño podría ser alternativa en ataque, pero creo que no es tema de nombres, sino de funcionamiento. El domingo tenemos otro partido de local. Hay que aprovecharlo. Hasta la próxima.