Por: Nicolás Gilardi
Después del traspié con Estudiantes -donde no se jugó bien, pero no se mereció perder- el equipo dio un importante impulso a la ilusión con una clara victoria contra Vélez. Fue lo mejor en bastante tiempo.
Las bajas de Riquelme, Marín y Burdisso obligaron a Bianchi a armar una formación cuya defensa fue al menos llamativa -con Erbes y Ribair- y un mediocampo “rapidito”, que marcó el redebut de Fernando Gago.
“Pintita” mostró todo su talento y desde sus pies salió lo mejor de Boca. Pablo Ledesma también estuvo en buen nivel y Sánchez Miño jugó más suelto, pidiendo la pelota y mostrándose en varios lugares de la cancha. Por derecha, Joel Acosta desbordó en forma permanente y también dio una mano a la hora de la marca.
Este medio campo ligero permitió que el equipo se mueva más en bloque y que no se parta, como pasó en partidos anteriores. Alguno ahora va a especular sobre Riquelme y como reinsertarlo en este esquema. Sobre esto, quiero recordar que contra Rafaela, entro Erbes por Ribair y se armó una línea de volantes “rápidos” con los que Román funcionó a la perfección, como eje. Y además…es Riquelme muchachos…
Los improvisados defensores no desentonaron, aunque también hay que decir que el rival puso un solo delantero desde el arranque -Rescaldani- y que venía de jugar un partido el jueves por la noche, que obligó a Gareca a prescindir de varios futbolistas que son habituales titulares.
Más allá de esto, cerramos una actuación de lo mejor y de lo más convincente en mucho tiempo. Falto puntería y precisión para rematar el partido antes. Las situaciones se crearon y terminamos sufriendo de manera innecesaria.
En conclusión, el equipo dio señales positivas. Esperamos seguir por este camino…hasta la próxima…