Por: Romina Boyadjian
El pasado 10 de febrero se festejó el año nuevo chino, la celebración más importante del país oriental. El barrio chino de Buenos Aires, ubicado en Belgrano, también realizó su festejo por la llegada del año 4711.
Incluyó una ceremonia budista, una bendición para el país, una muestra de música, danza y acrobacias, más de 100 puestos gastronómicos y de artesanías y, por supuesto, la tradicional danza del dragón.
Pero, ¿de dónde proviene esta festividad?
En China se adoptó el calendario gregoriano en 1911, pero originalmente el tiempo estaba regido por el calendario lunisolar, que cuenta los años desde el nacimiento del primer emperador del país, el Emperador Amarillo Huang Di, del 2697 antes de Cristo.
Fue el primer calendario que inventó la humanidad para medir el transcurso del tiempo, y su simplicidad está dada porque se basa en la luna y sus fases.
El calendario gregoriano, que es solar, tiene como unidad de medida el día, mientras que el lunisolar utiliza el mes. Además, el primero ajusta la duración añadiendo un día cada cuatro años (el 29 de febrero) y el segundo, un mes cada tres años.
Según el calendario chino, la celebración de un nuevo año cae el primer día del primer mes lunar, a menudo un mes después que en el calendario gregoriano. Pero no puede estipularse una fecha exacta: ocurre entre el 21 de enero y el 21 de febrero.
El año nuevo chino también es conocido como la Fiesta de la Primavera, pues, como indica su nombre, ocurre al inicio de esta estación. Históricamente, para esta fecha la gente realizaba ofrendas a los dioses y a sus ancestros para agradecer por el año concluido y pedir fortuna para el nuevo.
La danza del dragón
Existen varias versiones sobre los orígenes de su presencia. Una de las más conocidas dice que antiguamente existía un monstruo llamado Nian, que en la última noche del año lunar iba de aldea en aldea a devorar a la gente para saciar su apetito.
Un día Nian llegó a un pueblo y encontró a unos pastores jugando con látigos. Al escuchar el ruido de los chasquidos, se asustó y huyó. Luego llegó a otra aldea, donde los faroles de una casa lo encandilaron, haciéndolo huir nuevamente. En ambos casos, los pobladores vestían ropas coloradas, que también lo asustaron.
Es por eso que en la actualidad los chinos tiran petardos para representar los chasquidos, cuelgan tiras rojas y encienden faroles para ahuyentar a los demonios.
El horóscopo chino
Mientras que la astrología occidental se basa en los meses del año, la china se basa en un ciclo lunar de doce años, cada uno representado por un animal.
Esto también está fundamentado por una leyenda, que asegura que los doce animales del Zodíaco Chino fueron elegidos por Buda. Según cuenta la historia, cuando Buda estaba cercado por la muerte invitó a todos los animales a visitarlo, pero sólo llegaron doce: la rata, el buey, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro y el cerdo.
Como muestra de agradecimiento por haber respondido a su llamado, los honró otorgándoles un año a cada uno para representar las doce fases del Zodíaco.
Este 2013 es el año de la serpiente de agua. Al contrario de lo que ocurre con la religión cristiana, que considera a la serpiente como la representación del pecado, en China este animal el sagrado. Se cree que trae buena suerte y se lo relaciona con la sabiduría.
Las personas nacidas bajo este signo son consideradas nobles, sabias y comprensivas. También sensuales, supersticiosas, orgullosas y vanidosas.