Por: Romina Boyadjian
En nuestro mundo globalizado las costumbres más entrañables llegan a los lugares menos esperados. El budismo, que se propagó por todo el planeta hace ya mucho tiempo, vuelve hoy a ser noticia debido a que algunos restaurantes están adoptando un hábito que le pertenece.
Se trata de las “cenas silenciosas”, que se volvieron última moda en Nueva York.
El concepto fue introducido en Estados Unidos por Nicholas Nauman, propietario del restaurante Eat en Brooklyn. Está inspirado en la forma de comer de los monjes que viven en los monasterios budistas, quienes suelen desayunar en pleno silencio y sin cruzar palabra.
El objetivo es alimentarse con conciencia y concentrarse en lo que se degusta sin distraerse por los ruidos de los otros comensales, los niños que lloran o el sonido de un mensaje de texto en el celular.
De esta manera se puede disfrutar al máximo de la experiencia de comer, que en la actualidad se ha vuelto una acción mecánica y ya casi no se presta atención a lo que se ingiere.
“Nuestra relación con la comida puede verse afectada por los ruidos, de ahí que se genere una especie de estrés relacionado con la alimentación”, afirmó Nauman durante una entrevista. Su intención es devolverle a la gente la posibilidad de comer con calma.
Las reglas de su restaurante son muy estrictas. Está totalmente prohibido hablar y si algún atrevido lo hace, el personal le quita el plato y lo invita a abandonar el lugar.
La primera cena silenciosa se llevó a cabo el 6 de octubre y la experiencia fue un éxito. Nadie habló y todos los comensales se dedicaron a degustar el menú. Hasta hubo un cliente que salió a estornudar a la calle, mientras que otros optaron por la mímica para comunicarse.
El propietario del restaurante pretende organizar estas cenas una vez por mes.