Parábola Argentina: el debate

#BuenasFinanzas

 

Nota de la revista The Economist

Nota de la revista The Economist

Hubo una nota que la semana pasada causó muchísimo revuelo y me hizo pensar, siendo extranjera (para los que no lo sabían, nací en Ecuador y desde hace 5 años vivo en Argentina), puedo decirles que la situación local se puede observar de una manera muy rica si tomamos un poco de distancia.

 

Por eso, los invito “pensar un poco desde afuera”. La prestigiosa revista inglesa, The Economist, dedicó toda su tapa a la realidad económica argentina con una nota que critica de manera irónica las políticas adoptadas por el kirchnerismo. La nota se titula “La parábola de Argentina” con un ácido subtítulo: “Lo que otros países pueden aprender de cien años de declive”.

Un extracto de la nota, vale para ponernos la piel de gallina: “Hace un siglo, cuando Harrods decidió instalar su primer emporio en el extranjero, eligió Buenos Aires. En 1914, la Argentina se destacó como el país del futuro. Su economía había crecido más rápido que la de Estados Unidos durante las cuatro décadas previas. Su PBI per cápita era más alto que el de Alemania, Francia o Italia (…) Todavía hay muchas cosas para amar sobre la Argentina, desde las gloriosas tierras desoladas de la Patagonia al mejor jugador de fútbol del mundo, Lionel Messi. Los argentinos siguen siendo los más lindos del planeta. Pero su país es una ruina.”

Busqué la palabra “Parábola” y su significado dice: “Narración de un suceso del que se deduce, por comparación o semejanza, una verdad importante o una enseñanza moral”. Sucesos, hechos, acontecimientos, en fin, se trata de la historia, tan poco revisada, tan poco reflexionada, que conforme van pasando los años, los errores se repiten, los tropiezos se transforman en caídas y la parábola pierde entonces su razón de ser, porque no aprendemos nada de ella.

Es difícil hacerse cargo de las críticas, porque ellas siempre despiertan bronca y dolor. Pero debemos aprender, como nación, a revisar nuestros actos y palabras, porque ellos dan cuenta de nuestra forma colectiva de pensamiento: “mala suerte”, “mala racha”, “todo tiempo pasado fue mejor”…. Siempre parecemos girar en torno a la nostalgia, la resignación y el desgano. Sin embargo, creo firmemente que el cambio está en cada uno de los que decidimos estudiar, en los que combatimos el desinterés, en los que militamos aunque más no sea en nuestro entorno cercano, en los que no nos callamos y, sobre todo, en los que tenemos la posibilidad de hacer escuchar nuestra voz con compromiso y responsabilidad en las urnas. Allí radica el poder mayor de la democracia, por menor que muchas veces nos parezca.

Por último, los invito a detenernos en un detalle no menor: fíjense que en la nota se utilizó la imagen de la espalda de Messi como un buen recurso para llamar la atención: después de todo, el exitismo que nos caracteriza (y digo “nos”, porque ya me considero también argentina) hace que nos atraiga mucho más la fama y el éxito, que los temas realmente importantes. ¿En qué reside el éxito? ¿qué entendemos por un país mejor? ¿cuáles son los ideales que queremos consolidar y defender?….

Solo me resta decir que un GRAN país sólo es posible con el compromiso de GRANDES personas.

¡Vamos Argentina! ¡Buenas Finanzas!