Hermafrodito, el paradójico hijo de Hermes y Afrodita

El origen del concepto de Hermafrodito y el fatal destino del hijo de Hermes y Afrodita

El hermafroditismo es un término para designar a aquellos seres vivos que poseen los dos sexos, más precisamente, órganos que producen tanto gametos masculinos (espermatozoides) como femeninos (óvulos). El hermafrodito rara vez se aparea consigo mismo sino con otro hermafrodito (hermafroditismo simultáneo) o con un ser de un determinado sexo (hermafroditismo secuencial), depende de lo cuál adoptará sus capacidades reproductoras opuestas a las de su pareja de turno. En este caso, en el trascurso de su vida, un mismo ser puede adoptar primero un sexo y luego el otro.

El Hermafroditismo es una patología que implica la presencia simultánea de órganos masculinos y femeninos

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Puta, la diosa griega ninfómana

La etimología greco romana de la palabra puta y la diosa menor de la Agricultura

La palabra puta encierra un costado puramente despectivo, utilizado para designar de mala manera a aquellas mujeres que ejercen la prostitución. En ese sentido, si la palabra para distinguir a estas mujeres que ofrecen servicios sexuales es ramera o prostituta, ¿por qué motivo se las llama putas? La explicación más despreocupada sería hallarla en el diminutivo de la segunda, pero vayamos a los inicios etimológicos más recónditos para comprenderla, que no casualmente provienen de la mitología griega.

Mosaico que representa a la diosa Puta y a una de las ménades, seguidoras del dios del vino y la lujuria, Dioniso

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¿De dónde viene la expresión “talón de Aquiles”?

El origen de la frase el “Talón de Aquiles” y el guerrero griego más célebre 

La expresión es conocida. Tal vez haya quedado un poco en desuso en estos tiempos en dónde hasta las palabras antes aceptadas oficialmente por la Real Academia Española han cambiado. Pero aun así, una gran mayoría sabe que cuando hablamos de nuestro talón de Aquiles nos referimos a ese punto débil que tenemos cada uno de nosotros, ya sea una ineptitud  física, psíquica y/o emocional. En ese sentido, mientras nosotros aludimos metafóricamente a la frase, el mejor guerrero de los griegos, Aquiles, padeció de forma literal la debilidad de su célebre  talón.

Aquiles es asistido por Diómedes y Odiseo luego de recibir el flechazo envenenado que lanzó Paris.

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La Cerveza y los Cereales, el legado de la diosa Ceres

La etimología de las palabras Cerveza y Cereal y el porqué de la fertilidad de la tierra según la estación de año

Pensar en una cerveza bien helada o en un fresco yogurt con cereales en esta época del año, donde nos sentimos abrumados por un calor tórrido que roza lo insoportable, no resulta muy difícil. Quizá por ello, en esta oportunidad se me haya dado por contarles acerca de la etimología de estas palabras que provienen, aunque de forma indirecta, de la mitología griega. Por un lado, el término cerveza proviene del latín cerevisia, una palabra que significa “la fuerza de Ceres”, compuesta por el prefijo cere, que hace referencia a Ceres, diosa de la agricultura y de la tierra fértil, y por su complemento vis, que se enlaza con el término fuerza. Por otro lado, la palabra cereal que se le asigna a los granos o semillas nutritivos deviene casi de forma obvia e inmediata del nombre de la diosa en cuestión.

Ceres o Démeter, diosa de la Agricultura y de la fertilidad, aquí representada rodeada de trigo y con una pequeña hoz en su mano para cortar la cosecha.

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Las Lesbianas: las valientes mujeres de la Isla de Lesbos

El concepto de Lesbianismo y su derivación de las guerreras Amazonas de Lesbos

Por lo general, se vincula casi de manera inconsciente a la palabra homosexual con las relaciones amorosas entre parejas de sexo masculino, pero lo cierto es que tanto las parejas de hombres como las parejas entre mujeres son, ambas y sin diferenciación, homosexuales. La errónea tendencia a darle exclusividad para las relaciones entre varones se debe a la creencia de que la etimología de esta palabra proviene del latín, en donde homo significa hombre, sin saber que, en este caso particular, la procedencia es del griego, idioma en el que homo significa igual. En definitiva, homosexual significa de igual sexo y no sexo entre hombres.

Ahora bien, si las relaciones eróticas entre mujeres también son idilios homosexuales, ¿Por qué se denomina a estas mujeres como Lesbianas? La respuesta a esta pregunta habrá que buscarla, una vez más, en la mitología griega.

Dentro de ella existieron ciertas mujeres guerreras, hijas obviamente de Ares (dios de la guerra) y de Harmonía, cuya leyenda se diseminaba por toda Grecia porque poseían una fuerza física similar a la de los mejores guerreros hombres; portaban asimismo armas bien fabricadas por ellas, dado que la tierra de dónde provenían originalmente era rica en hierro. A estas mujeres de estirpe guerrera, con el fin de que pudieran manejar bien el arco y la flecha, se les cercenaba el seno derecho y es por ello que se las conocía con el nombre de Amazonas, ya que la etimología de esta palabra proviene obviamente del griego y está compuesta por el prefijo negativo a y la palabra mazos que significa seno (sin seno).

Una Amazona se sostiene su seno derecho, sabiendo que pronto se le será amputado para poder manejar con comodidad el arco y la flecha.

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Zeus…Deus…Dios. ¿Hablamos de la misma divinidad?

Visión retrospectiva: de nuestro Dios, pasando por el latín Deus hasta el griego Zeus…

Los fieles de las distintas religiones han vituperado a las creencias ajenas a lo largo de la historia (aun hoy) entendiendo que la verdad corresponde sólo a sus credos y percibiendo a las demás religiones como meras significaciones paganas e insubsistentes. Las Cruzadas, por tomar un ejemplo paradigmático, enfrentaron durante muchísimos años a musulmanes y cristianos en sangrientas guerras que sólo sirvieron para derramar sangre en vano (ya que a tantos años de aquella serie de enfrentamientos nos damos cuenta de que ninguna se impuso sobre la otra) en “favor” de UN dios que, más allá de las diferencias nominales, representa a ambas corrientes religiosas.

Lo curioso es que nadie  (tal vez sí ocurrió y por cuestiones de poder fue desechado) se haya detenido a cavilar en el hecho de que todas parten de personajes, divinidades y de hasta vicisitudes similares, casi idénticas. Pero más llamativo aun, insisto, es que el Sujeto principal de cada una es al mismo tiempo común a todas las restantes, con ciertas modificaciones pertinentes y ocultamientos. Podríamos ahondar en las características similares de Osiris (dios egipcio) y Jesús (dios hecho hombre en el Cristianismo) que nacen, mueren y resucitan en las mismas fechas, pero como nuestra faena se limita a la mitología griega, desandaremos el camino en esa dirección.

Zeus, dios de dioses. Es el máximo dios del panteón griego. Es barbudo, omnipotente y detenta su poder con la manipulación del rayo

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El origen de las frases “Arde Troya” y “Nuestro Caballo de Batalla” (parte 4)

La conquista de Troya y el Caballo de Madera

… las olas braman de forma atronadora detrás de las naves de los griegos. La desazón por la muerte de amigos y compatriotas persiste, pero saben que la muerte del enemigo más temerario, el príncipe Héctor, les proporciona grandes posibilidades de alcanzar la victoria. La noche es apacible, ya que los troyanos aun no pueden asimilar el dolor y el golpe que significó no sólo ver morir a su hijo predilecto, sino percibir su cuerpo arrastrándose detrás del carro del pérfido Aquiles, que ahora permanece vejado en las cercanías de los aposentos del hijo de Tetis. Pero a Aquiles, en medio de la madrugada, la presencia de una sombra le hace sospechar de una epifanía, de un sueño revelador, tan real que hasta encarna olores. Sin embargo, al sentir una trémula mano sobre su hombro, toma su espada y se dispone a atacar, pero en vez de encontrarse con un guerrero, observa con asombro a un viejo encapuchado que le besa tiernamente una de las manos: es el rey Príamo de Troya, quién le dirige estas aladas palabras:

Acuérdate de tu padre, Aquiles, semejante a los dioses, que tiene mi misma edad”. (…) Desde dónde esté su alma, sigue oyendo que su hijo está vivo pero mi desdicha es completa: He engendrado cincuenta hijos y a la mayoría el impetuoso Ares les ha doblado las rodillas (…) Y he osado hacer lo que ningún terrestre mortal hasta ahora: acercar a mi boca la mano del asesino de mi hijo

(La Ilíada, canto XXIV)

Príamo, rey de Troya, besa las manos del asesino de su hijo Héctor, Aquiles, para que éste le devuelva el cadáver

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El origen de la frase “Arde Troya” y la legendaria ciudad descrita por Homero (parte 3)

Para que Arda Troya, los griegos deberán vencer primero al terrible Héctor y sólo Aquiles puede hacerlo…

… El cielo se había abrigado de ennegrecidas nubes y tal espectáculo atmosférico suscribía al luto reinante en el campamento griego, pero aun quedaba lo peor y era comunicarle a Aquiles la muerte de su entrañable amigo. La directiva aquea se reunió y mediante votos de los principales generales, se decidió que Antíloco, hijo del sabio Néstor, fuese el funesto mensajero. No obstante, aun antes de su visita, Aquiles advirtió el murmullo lúgubre de la multitud y comenzó a vislumbrar la terrible noticia…

¡Ay de mí! ¿Por qué los aqueos, de melenuda cabellera, otra vez se atropellan junto a las naves despavoridos por la llanura? Me temo que los dioses cumplan las malas inquietudes que siento, conforme a lo que una vez me explicó mi madre, que me dijo que al mejor de los mirmidones todavía en vida mía a manos de los troyanos abandonaría la luz del sol

(La Ilíada, canto XVIII)

Menelao sostiene el cuerpo sin vida de Patroclo y se dispone a entregárselo a Aquiles, que al querer vengar su muerte, regresará a la batalla.

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El origen de la frase “Arde Troya” y la legendaria ciudad descrita por Homero (parte 2)

El destino se acerca, el calor avanza sigiloso… ¡Que arda Troya!

…Antes de partir hacia Troya, un oráculo había vaticinado varias cosas: la primera es que la ciudad iba a ser tomada en el décimo año de asalto y para ello iba a ser indispensable la presencia de Aquiles. La segunda es que, precisamente, el hijo de Peleo moriría una vez asegurada la victoria. A su vez, el mismo Oráculo había augurado que el primer griego que pisara las arenas de Troya moriría en el acto. En efecto, cuando las naves llegan a la costa, el primero en disponerse a saltar es Odiseo pero, el astuto guerrero, recuerda el vaticinio y coloca el escudo debajo de sus pies, por lo que queda desembarazado del conjuro; con lo cual, el primero en pisar la blanca arena es Protesilao, quien cae fulminado instantáneamente. Comienza la batalla y Aquiles emprende una feroz cacería humana, ultimando­ a todos los rivales que se le interponen. A Ayax y a Diomedes, dos guerreros igualmente sanguinarios, al verlo exterminar a sus adversarios, se les infla el pecho de valor y cometen no menos atrocidades que su inspirador, dejando un tendal de cuerpos despojados de sus almas. Prontamente, las pulidas arenas de Troya pierden su esplendor y se cubren de miles de cadáveres troyanos y también griegos. Héctor, príncipe heredero de la engreída Troya, ordena la retirada y sus soldados obedecen tratando evitar las flechas aqueas…

Aquiles, el más bravo guerrero aqueo (griego). Homero lo describe como el de “pies ligeros” porque luchaba siempre corriendo, aniquilando rivales en pocos minutos.

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El origen de la frase “Arde Troya” y la legendaria ciudad descrita por Homero (parte 1)

La verdadera leyenda de la Guerra de Troya (parte 1)

La frase es tan vieja, que no nos alcanzaría nuestro árbol genealógico más extenso para encontrar su origen, ni siquiera para el árbol de nuestro tátara abuelo. Lo cierto es que aun hoy se recurre a ella (hasta hubo un programa televisivo con la frase en cuestión) para simbolizar un escándalo, la debacle o un conflicto significativo (muchas veces mediático) dentro de un determinado grupo cerrado, como lo era la amurallada ciudad de Ilión, más conocida como Troya.

La ciudad siempre se creyó mitológica, hasta que en 1871, el investigador Heinrich Schliemann descubrió las ruinas en sus intensas excavaciones.

Quizá muchos conozcan la historia de una de las ciudades casi inexpugnables de la historia (o de la mitología) pero los detalles y causas de la devastación se han ido corroído con el paso de los siglos.

Todo comienza en la boda de Peleo y la diosa Tetis (padres de Aquiles), acontecimiento al que fueron invitados hombres y dioses, a excepción de Eris, la diosa de la discordia. Ésta, encolerizada por el desplante, decidió infiltrarse en la celebración y colocó en una de las mesas una brillante manzana de oro con un cartel que indicaba ser “para la diosa más hermosa”. Inmediatamente, Hera, Atenea y Afrodita hicieron alarde de su belleza y quisieron llevarse de forma despótica la manzana, por lo que Zeus (tratando evitar el enojo de las perdedoras) decidió que el juez de la disputa fuese el jóven más apuesto entre los presentes: Paris. Las diosas, en su afán de ser elegidas por el príncipe troyano, se desnudaron sin tapujos para mostrarle sus dotes, pero ante la perfección corporal de las tres, resolvieron ofrecerle distintos premios para obtener su voto. Hera, esposa de Zeus, le ofreció ser el hombre más poderoso del mundo; Atenea le ofertó ser el hombre más sabio entre los mortales y Afrodita, el amor de la mujer más linda del orbe. Paris, que amaba a las mujeres más que a nada en el mundo, eligió como la más agraciada a la diosa del amor, ganándose la antipatía de las diosas restantes.

 

El Juicio de Paris de Rubens, la obra más conocida que designa la elección del jóven troyano de la diosa más hermosa. La ungida será Afrodita, que le había prometido el amor de la mujer más linda de la tierra: Helena.

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