Por: Mariano Marquevich
Hay quienes piensan -y yo en lo personal comparto esa impresión- que quizás no hubieron pecados sino equivocaciones. Y a todos esos errores, si se los pudiera sintetizar, no son muchos y variados como se nos muestran, sino que confluyen en un denominador común. Hay un sólo error. Según esta perspectiva, hay sólo un error y es: la idea de la separación.
Así como recreamos una atmósfera cuando soñamos. Del mismo modo, en un intervalo delirante, creímos cierta la idea de la separación. En algún momento imaginamos que podía existir algo como la separación. Eso bastó para sumergirnos en ella. Y, como infinitos creativos, se desplegó un mundo de separación donde todo esta separado. Y lo que aparenta no estarlo, basta un microscopio para que volvamos a confirmarlo. Por cantidad, por lugar, por peso, por club, por profesión, por defecto, por virtud. El mundo de la separación. ¿Lo ves? Mira las teclas de tu teclado. Pura separación. Pura creatividad al servicio de la ilusión. La gran Maya como le llaman en oriente.
Así como esta corriente de pensamiento sostiene que el error es uno, sugiere también que no hay muchos Dioses sino uno solo, y este Dios es: lo único que existe, es pura creación, es bueno y no se encuentra separado de vos.
Retomando el concepto del comienzo. Esta idea “loca” de la separación que habríamos pensado, no es una idea que compartamos con Dios, por lo tanto es imposible que sea verdad.
Dios no puede combatir una ilusión, pues de hacerlo, le estaría otorgando realidad.
En definitiva, Dios no creo al mundo, sino a su hijo y este imaginó el mundo que vemos. Asumió subdividirse en millones de partes.
Ese recorrido de ideas es suficiente para entonces entender que este mundo existe tanto como existe un sueño. Que no es real. Leídas estas lineas, quizás sea más fácil captar la esencia del mensaje entrópico que dice: todo es uno, uno es todo. Que estamos íntimamente involucrados con el otro. Y lo mejor de todo esto, es que nuestro mayor problema ya está resuelto. Simplemente no existe. Solo tenemos que despertar.
Podrá parecerte extraño, pero esta manera de pensar las cosas puede sacarte de muchas encerronas mentales, tales como las que se deducen si pensaras que dios no existe o que es el creador de lo bueno y lo malo.
¿Te cierra?
Mira la trilogía de estas notas que se relacionan unas con otras: una solución al problema del mal respuestas convenientes