Por: Mariano Marquevich
En una de las primeras escenas de la película Frozen la princesa Elsa protagoniza un episodio en donde todo lo que toca lo convierte en hielo. No puede evitarlo… quiere abrir una puerta y la congela. Dá la mano a alguien y se la congela. Definitivamente, no puede dominar el efecto a voluntad…
Sirva esa escena para entender el fenómeno de la creatividad.
Al igual que la princesa Elsa -quién no puede detener el efecto congelador de sus manos sobre todo lo que toca- de la misma manera, vos tampoco podes ponerle un freno a tu creatividad.
Hay toneladas de libros que te explican como “activar” tu creatividad. La realidad es que ya sos creativo. Como si uno leyera un libro para descubrirse el fémur.
El fenómeno de la creatividad ocurre quieras o no. Existe en nuestro espíritu, una esencia común a todos nosotros que es: la capacidad de crear. No percibimos las cosas como son, sino el resultado de lo que los sentidos están preparados para captar, lo que se integra con conocimientos pasados, resultando luego, lo que finalmente creas con todo eso.
Nuestra capacidad de creatividad es inevitable. No podemos otra cosa que ejercerla a diario.
La buena noticia, es que no tenés que esforzarte más para ser creativo. Ya lo sos.
El lado negativo, que conlleva es que desconocer esta capacidad puede hacer que te perjudiques. ¿Se acuerdan -en el primer párrafo- lo que le pasaba a Elsa? Hay que aprender a usar la creatividad igual que hay que aprender a manejar un auto.
Y para eso, un GRAN TIP, para empezar a manejar tu inevitable creatividad es mantener una actitud ANTI-OPOSITORA.
Esto consiste en algo muy simple: no te opongas a nada, simplemente desarrolla lo que te guste. Hay un efecto secundario en la acción de rechazar algo que termina por darle forma, por cristalizarlo -esto se dá por la misma capacidad creativa innata que hablábamos antes.
La lucha contra algo indeseado no lo vence, así como la prohibición no separa.
Simplemente, en lugar de detenerte en las luces rojas del disgusto, practica mirar a los costados y elegí la luz verde que más te guste
Hacé eso, durante un día entero. Si te sirvió hacelo al día siguiente. Y así… asunto solucionado. Mejor dicho ¡asunto creado!
No necesitas leer un libro para saber esto. Que alivio, ¿no?
Post datas no muy relevantes…:
PD1: La canción de Frozen donde puede manejar su poder es esta: versión castellano o versión inglés. Donde dice “el frío es parte también de mi” en inglés original en realidad dice: “the cold never bothered me anyway”. Lo que significa: el frío nunca me llegó a molestar. Lo que significa, en el fondo, que nuestra pesadilla es tan sólo un sueño. Vale la aclaración aunque sea redundante.
PD1: La princesa, para controlar su creatividad, al principio se recluye para conocer sus poderes. Luego de un tiempo de entrenamiento, puede regresar y usarlos al servicio de los demás y la sociedad. Lo mismo pasa en las leyendas de Buda, Zarathustra, Jesús, con cualquier músico que haya trascendido, con cualquier estudiante de medicina, y con vos si te pones las pilas con lo tuyo… Como crear no es una opción, crea algo que te guste, ahí la solución.
Dos notas relacionadas: Crea a ti vida dad y el backstage de la motivación.
Psicólogo y novelista
@llavemaestraok