La creencia popular instalada alrededor de la seducción es la de que se trata de un don innato. Suele repetirse que por mucho esfuerzo que algunos dediquen a ello, si no nacieron con esa “magia” lo más seguro es que no logren su objetivo.
Por suerte para muchos, hay quienes piensan lo contrario. Están convencidos de que todos pueden mejorar su capacidad de seducir. Por ello crearon “LevantArt”, una escuela dedicada al estudio y la enseñanza de la seducción. Ha sido tal el éxito de la empresa que sus seminarios ya se imparten en Buenos Aires, Montevideo, Bogotá, Chile y próximamente España. Los talleres constan de clases teóricas y también de salidas prácticas, salen con los clientes a testear sus habilidades en la vida real.
Entrevistamos a Martín Rieznik, uno de los creadores de LevantArt. Con 32 años y un currículum un tanto heterogéneo (es mago, actor y realizador audiovisual) cuenta la historia que desde adolescente se interesó por el tema de la seducción científica. Comenzó a estudiar las investigaciones y a los especialistas en la materia hasta que finalmente decidió enseñar lo aprendido a sus amigos. Y resultó. Pronto supo que lo que tenía entre manos era algo demasiado bueno para no difundirlo. Por eso, en el año 2008 – junto a su socio Mike Tabaschek - fundaron la escuela LevantArt, la primera en Latinoamérica para enseñar esta habilidad. Pero eso no fue todo. Además escribieron el libro “El juego de la seducción. Todo lo que un hombre debe saber sobre las mujeres” (Dibuks, 2013), que ya es Best Seller en Latinoamérica, tanto en su versión impresa como en e-book.
“Es falso que la seducción es algo con lo que se nace, no hay nada parecido a un gen de la seducción” explica desde Buenos Aires. “La seducción es una habilidad, algunos tienen más facilidad que otros, pero todos pueden aprender y mejorar.” agrega.
- ¿Cuánto de marketing y cuánto de verdad en esto de que se puede aprender a seducir?
- Es la pura verdad, todos los hombres pueden aprender seducción. Un relevamiento reciente realizado en Alemania, del cual te puedo pasar una copia[1], demostró que un grupo de hombres que estudiaron la seducción científicamente triplicaron su tasa de efectividad con las mujeres y el 100% de esos hombres declararon que sentían que habían mejorado su habilidad a partir del estudio. Incluso los visitaron un mes después de haber tomado el curso de seducción y estos hombres habían duplicado sus citas!
– ¿Y cómo saben ustedes qué es lo que funciona?
Está buena la pregunta. Porque nosotros no inventamos un método de seducción de la nada sino que investigamos qué es lo que hacen los hombres cuando son exitosos en la seducción y transmitimos ese conocimiento. Básicamente si todos hacen “x” y les sale bien, hagamos “x”.
- ¿Porqué cree que Ud está en condiciones de enseñar seducción, cuál es su currículum?
Llevamos más de quince años investigando el tema, no hay mucha gente que haya estudiado la seducción como nosotros, ésa es nuestra principal credencial. La otra credencial es el grado de satisfacción de nuestros clientes, tenemos sedes en cuatro países y nunca tuvimos un sólo hombre al que no le guste nuestro curso. Ojo! No inventamos la pólvora tampoco, la seducción se estudia científicamente en todo el mundo hace décadas y en la principales ciudades de EEUU y Europa ya existen escuelas de seducción.
– ¡Entonces no es un invento argentino!
- Para nada, es una tendencia mundial, por algo nuestro libro fué best-seller el año pasado. De a poco vá cayendo el velo de ignorancia y de tabú que hay alrededor de la seducción, pero sigue siendo un tema incómodo como lo era la educación sexual tiempo atrás. Hace 20 años la educación sexual tuvo que dar una gran batalla por ser aceptada, ahora es el turno de la educación en seducción.
– ¿Cuáles son los principales problemas que tienen los hombres a la hora de seducir?
–Hay diferentes tipos de problemas. Está el hombre que es muy tímido y que no se atreve a hablarle a una mujer. También está el estereotipo opuesto, del tipo que va y habla como loco, pero que nunca le resulta efectivo o el caso del eterno amigo involuntario de las mujeres.
– ¿Y cuál es la mayor consulta que les hacen?
–En general el primer momento es en el que más ansiedad se genera: cómo romper el hielo, cómo empezar la interacción con una persona que viste y te gustó. Y ahí el mayor error de los hombres es irse a los extremos: o no hacer nada o ir demasiado rápido, mostrar el interés demasiado pronto.
–¿Nos comportamos diferente los hombres y las mujeres en la seducción?
– Si. Estadísticamente el hombre y la mujer sienten atracción por otras personas, de forma muy diferente. Digamos que la atracción en los hombres suele dispararse en milésimas de segundo, mientras que en la mujer tiende a demorar un poco más. Para que una mujer se sienta atraída por alguien es importante que pueda conocerlo. Si los primeros minutos de charla son interesantes, se puede empezar a sentir atraída. Y es en esa disparidad donde suele haber cortocircuitos.
- ¿eso quiere decir que cuando un hombre ve una mujer puede sentirse atraído al instante, mientras que la mujer necesita charlar un poco?
- ¡Exacto! Obviamente hay excepciones, pero hablamos de una regla general, está muy estudiado. Por eso lo que nosotros más trabajamos es cómo llevar esos primeros 5-10 minutos para que el hombre, que se siente inmediatamente atraído, guarde la paciencia y la inteligencia para generar atracción en ella y recién ahí avanzar.
– Sin embargo muchos hombres inseguros creen que para seducir tienen que hablar de ellos y mostrarse como “exitosos”, lo que muchas veces termina por aburrir a las mujeres.
– Se trata de leer bien la interacción. Si esos 5-10 minutos que yo dije que son necesarios para generar atracción se transforman en una o dos horas, es un embole. Pero ojo que esto también se aplica en el sentido opuesto: no hablar nada de uno mismo y pretender que ella se sienta atraída es una estupidez. Por eso, creo que se trata de que sepamos entender lo que está ocurriendo en cada interacción.
–¿Entonces qué enseñan en concreto?
– Vemos todo lo que puede pasar desde el primer contacto hombre-mujer, al momento del beso, y hasta que terminen yéndose juntos a la cama. Y damos herramientas para avanzar de etapa en etapa. Nosotros comparamos esto con el deporte.
– Eso suena horrible ¿En qué sentido lo dicen?
– En el sentido de que algunos nacieron con la destreza y algunos no tuvieron esa suerte por lo que tienen que entrenarse para estar a la par. Y otros nacen con la habilidad y además la entrenan, esos son los mejores, “los Messi de la seducción”.
– Muchas feministas los habrán atacado en estos años, ¿cierto?
– La verdad es que la mujer agradece cuando se topa con un hombre que estudió seducción, es un hombre con el que tiene una mucho mejor comunicación que con un cavernícola que nunca se preocupó por entenderlas. Sólo nos atacan hombres inseguros que creen que les estamos diciendo “Vos sos un perdedor, yo te voy a enseñar cómo se hace” y nada más alejado de la realidad. Nosotros no diferenciamos entre “perdedores y ganadores”. Nosotros sólo diferenciamos entre hombres que les gusta aprender cómo ser mejores personas día a día, más atractivas… y otros hombres que creen saberlo todo. Yo prefiero juntarme con la gente del primer bando, sin dudas.
– Los tiempos cambian y se escucha mucho eso de que las mujeres toman la iniciativa. ¿es cierto?
– No, es falso. Por suerte la mujer ha ido ganando libertad con los años, pero ningún hombre te dice “Ayer a la noche me encararon cinco minas”, eso no pasa.
–¿Cuáles son las principales herramientas que uds dan?
–Hay un montón. Pero, a grandes rasgos, que el hombre sea consciente de su rol para avanzar con inteligencia. Hay hombres que sienten mucha ansiedad al comenzar una conversación con una mujer que les interesa y se les enseña cómo cortar con esa ansiedad a la aproximación.
–¿Podría enumerar al menos algunos “infalibles” para seducir?
– Los diré muy por arriba: no demostrar interés sexual inmediato, hacer acercamientos indirectos y mostrarse poco disponible. Por ejemplo, que en vez de acercarse a la mujer que le gusta, se acerque a la amiga. Suele ser estratégicamente mejor. Hay un montón de elementos del lenguaje corporal que tienen que ver con el cómo acercarse, cómo hablar de una forma más atractiva. Otra estrategia que es divertida es la que llamamos “falsa limitación temporal” y consiste en que una vez que el hombre se acerca a la mujer deseada, debe parecer con poco tiempo disponible.
- ¿Por qué?
- Porque los seres humanos valoramos más a algo o a alguien cuando estamos ante el peligro de perderlo.
- Ud habla como si sólo se pudiera seducir a una mujer desconocida… ¿la seducción no puede darse entre personas que ya se conocen?
- La seducción puede darse en cualquier lado y eso es lo lindo. Nosotros para ejemplificar siempre suponemos que acabás de conocer a la mujer porque si la conocés hace quince años hay un montón de factores en juego y no es que no se pueda pero lleva más tiempo analizar qué se puede hacer. En cambio si la conocés hace cinco minutos tódo depende de lo que pase en esos cinco minutos.
– ¿Qué errores puede cometer una mujer cuando la seducen?
–No hay tantos errores de las mujeres en la primer etapa, ahí en un 99 por ciento los que cometen errores son los hombres. Un seductor se perfila como el mejor candidato, el que más chance tiene de ganar, pero la que decide sigue siendo la mujer.
- Si la que elige es la mujer… ¿para qué estudian seducción los hombres?
- Porque ellas no eligen al azar, elijen al más atractivo, al más seductor. Hay quienes dicen que la seducción es un deporte en el que el cazador busca ser atrapado por la presa. Es una linda metáfora. Si las que te gustan no se deciden por vos nunca, ahí es cuando te das cuenta que el problema no es de ellas, que el que puede mejorar para ser elegido sos vos.
- ¿Van a abrir la sucursal para mujeres que quieren seducir hombres?
- No. Nosotros enseñamos lo que estudiamos con pasión durante años, cómo un hombre puede seducir a una mujer.
- ¿No pierden un poco la gracia las mujeres cuando se las estudia como si tuvieran un manual?
- Pensar eso es como pensar que para un psicólogo pierden gracia las personas porque las estudian como si tuvieran un “manual”. No es así, las ciencias sociales y del comportamiento nos permiten conocernos mejor y soy de los que piensan que el conocimiento nunca puede hacer mal. Al fin y al cabo un seductor no es más que alguien que sabe interpretar qué le pasa al que está enfrente suyo y sabe cómo influenciarlo. Conocer los principios de la seducción me permitió conocer a muchísima gente valiosa y sobre todo me permitió cumplir mis sueños y mis deseos en la vida real.
-¿Algo más que quieras decirle a los hombres que lean esto?.
- Si, justamente eso: que sepan que cumplir las fantasías de uno es posible, que no renuncien a ello, que no tiene nada de malo quererlo y mucho menos hacerlo. Todo hombre que no se sienta satisfecho en este aspecto de su vida, puede hacer algo para mejorarlo, para mejorarse.