En un mundo taaaan ingrato, materialista y marketinero, sólo tu, tu y tu pueden creer que esa falsificación es IDEEENTICAAAAAA a la que esta en la vidriera de la Vía Condotti (una de las calles mas famosas de Roma), y que los grupos de elite que consumen 100 % original, no notarán que no es de la serie de la alta marca.
Para los años ´90, plena época del one peso, one dólar, la paquetísima Av. Alvear se pobló de locales de primeras marcas; imagínense: Paris, New York, Buenos Aires, todo con los mismos precios… realmente primer mundo!
Florecieron por cientos las mujeres desocupadas que transformaron sus viajes a Miami en un paseo de compras de carteras truchas por las que pagaban U$S 10 para venderlas en una bicoca, alrededor de los U$S 300, una oportunidad increíble comparado con los U$S 1500 que costaba la “idéntica” en las finas vidrieras…
Para el año ´98, me tocó presenciar en esa avenida, en el reconocido local del monograma millones de veces replicado, a una mujer que sacó una mochila de las grandes, para reclamar por las correas rotas en poco tiempo… para que les voy a contar, la vendedora de esa época exitista, con cara entre soberbia y burla le dijo: este producto “no pertenece a este sitio”. No les voy a enumerar los dichos y entredichos que sobrevinieron porque pueden imaginarlo.
Los reyes de la falsificación son los turcos, en el Gran Bazar de Estambul los vendedores te arrastran a sus espacios para mostrarte orgullosos los miles de diseños que ellos han sacado iguales y lo que es innegable es que además de amables, estos señores son más que creativos, han podido diseñar modelos de LV que la marca aún no imaginó… jaaajaa.
La locura mundial de consumo llevó a creer que el talento y el éxito, eran sinónimos de dinero, cientos de consumidores informados minuto a minuto por las redes, eran tentados a consumir “lo último” y si no podés, un buen trucho… un horror!
El glamour, el buen gusto y la atención de las miradas no necesariamente son la consecuencia por consumir esos carísimos artículos fabricados por las grandes marcas en China. De hecho, hay una tendencia internacional a buscar pequeñas marcas de vanguardia que realmente les permita mostrar un producto exclusivo.
En todo el mundo existen barrios y polos de diseño de autor, que además de ser paseos hippie chic, con aires bohemios, podemos encontrar diseños de alta calidad a precios bastante más bajos que los que encontramos en las grandes tiendas y shoppings.
El ejercicio que debemos hacer es tener una mirada global hacia la tendencia, bajarla a nuestro propio estilo y luego, organizar un paseo por estos lugarcitos con tiempo y buena energía, haciendo un presupuesto previo y una evaluación de las necesidades y preferencias.
Personalmente me gusta más que me pregunten ¿Dónde compraste eso tan bello? a que afirmen… tenés esa cartera de fulano de tal… que en realidad sólo te ubica en la pirámide del poder.
MAXIMA: “Quien consume alta gama, reconoce a muchos metros lo NO ORIGINAL, entonces, disfrutá de tu lugar en este mundo y elegí realmente lo que te gusta.”
Para la próxima: Lookearse según la WEB…???
Hasta el jueves!!!
Silvia Brown