Por: Fabiola Angulo
Conocernos a nosotras mismas significa descubrir y reconocer nuestras capacidades y talentos, la forma de pensar, nuestros verdaderos deseos y anhelos, los valores que tenemos y en los cuales apoyamos nuestra forma de vivir, también nuestra manera de afrontar y resolver los problemas, nuestros sentimientos y temores más frecuentes… Si logramos detenernos de vez en cuando para reflexionar acerca de esto, podremos evaluar lo que hemos vivido y tomar decisiones al respecto.
Hay mujeres que viven la vida sin preguntarse siquiera si es así como desean vivirla, o si por el contrario estarían dispuestas a incorporar algunos hábitos, actitudes o pensamientos nuevos, de manera que puedan sentirse más llenas y satisfechas cada día. Por otro lado el lograr, disfrutar y mantener un estado de felicidad permanente, requiere de herramientas que aunque están a nuestro alcance, por sencillas y cotidianas no llaman especialmente nuestra atención y nos pasan desapercibidas, pero que al utilizarlas debidamente nos permitirán lograr una vida reconfortante, plena y feliz.
Gracias al libre albedrío podemos escoger libremente lo que deseamos hacer. El estado de ánimo nos posibilita mirar el mundo del color que nos apetezca, permitiéndonos transformar cualquier situación en negativa o positiva, conforme a nuestros particulares intereses
“La felicidad no es un evento extraordinario, sino la suma de situaciones sencillas”