Por: Adriana Lara
PROYECTO PIBE LECTOR es un blog de FICCIÓN. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
26. Wasapeame la papariola
El siguiente texto es una adaptación de una conversación por chat. Se han reemplazado palabras y símbolos con el fin de volverla inteligible. Los nombres de sus protagonistas se mantendrán en reserva, porque son menores de edad.
_ Hola
_¿Quién sos?
_ ¿Vos, quién sos?
_ Ése es mi número de teléfono, tenés mi celular, ¿quién sos?
_ Y quién voy a ser, gatoooo.
_ ¿Cómo supiste este número? ¿Cómo que “quién voy a ser”? Gato tu vieja, loco, ¿quién sos?
_ Eeeeh, no agredas, gato. Quién voy a ser, pibe, soy el de la semana pasada, el que te sacó el celular. Tengo algunas preguntas.
_ ¡No me jodas! ¿Quién sos? Yo necesito ese celular de nuevo, mis viejos pasaron como un año ahorrando para comprármelo y todavía no les dije que me lo chorearon…
_ Nene, cómo no le vas a avisar a tus viejos, sos un inconciente. un papariola… ¿no ves que tengo la agenda completa acá? Para agravar la cosa, pusiste “Mami”, “Papi”, “Tía Pochi” en los números… si sos un nenito de mamá, gatoooo, estás regaladísimo para el choreo. Tenés que ser más cuidadoso en estos tiempos que corren. Aparte, tenés una cara…
_ ¿Cara de qué, tengo? ¡Encima que me choreás me tengo que comer que me vengas a descansar! Si sos el chorro, ¿para qué me mandás mensajes? No me molestes más.
_ Es que tengo unas preguntas, no te calentés, disculpame. Tenés unas minas en unos grupos de wasap que tienen unas fotos que están para partirlas, pero llamo o hablo y no contesta ninguna. Y eso que se la pasan hablando, las cotorras, y dicen cada cosa que ando como loco todo el día y no puedo dormir.
_ Ahhh, sí, no te van a dar bola. A mí tampoco, ellas se hacen las caretitas y se la pasan hablando entre ellas. No saben que me llegan las actualizaciones del grupo, yo me puse ahí escondido para…
_ Gatooo, para aprender de minas, obvio. Si son más jodidas que entender el predicativo subjetivo obligatorio.
_ Pará de decirme gato, chabón. ¿Y vos qué sabés del predicativo subjetivo obligatorio? ¿Me estás siguiendo?
_ Nada que ver, lince, eso es lo que está explicando la mina de Lengua desde hace como un mes, y lo leo en el pizarrón. Pero yo no le doy cabida, ni idea de qué es eso, con qué se come ni para qué sirve, jajaja. ¿Las minas son de tu escuela?
_ Pero si yo estoy con el mismo tema en Lengua… ¿Estás en la escuela?
_ Sí, ¿por?
_ No sé, pensé que los chorros no iban a la escuela. ¿Y cómo hacés para usar el celular en clase? ¿Te dejan?
_ Sí, no pasa nada. Acá el director dice que somos de la generación digital, o alguna gilada así, y nos deja usar la tecnología cuando se nos canta. Así que es una joda, los profesores están bla bla bla y nosotros en cualquiera, jajaja, así se hace más liviano el año. ¿A qué escuela vas?
-¿Vos te pensás que soy tan pantufla para decirte a dónde voy y de dónde son las minas? Si sos un chorro, chabón, ¡das miedo!
_ Cara de pantufla papariola, tenés, con perdón… Si no, no te hubiera arrebatado tan fácil. Venías con los auriculares puestos, reeeeeeeeee colgado en tu mundo…
_ Es que una de las minas de ahí me tiene mal. No puedo parar de pensar en ella y no me da cabida… ¿Me devolverías mi celular? Me harías un favor grande, porque mis viejos no me pueden comprar otro y estoy usando el de un amigo que me hizo la segunda ahora…
_ Sí, ya sé, el Torreja.
_ ¿Y cómo sabés?
_ No te digo, gatito, que tenés todo puesto con inocencia en la agenda…
_ Vos la tenés clara, chabón, más que chorro deberías dedicarte a investigar, o cosas así. ¿Te falta mucho para terminar la escuela?
_ Naaa, poco. Voy a entrar para Policía, viste, yo creo que tengo condiciones para detective o algo así. Además, podés usar fierro…
_ ¿Y mi celular? ¿Cómo podemos hacer?
_ Sos simpático, papariola. Mirá, vos me entregás una de estas minas, o dos, y yo te lo dejo a 500…
_ ¿Vos estás loco?
_ Aunque sea decime a qué escuela van, nene, si no les voy a hacer nada…
_ No tengo 500.
_ ¿Y tardaste media hora para decirme eso?
_ Es que estaba alimentando al Pou del Torreja. A mí no me dejan usar el celular en clase. Si te ven con el coso, te lo sacan y se lo dan al director, y tus viejos tienen que venir a retirarlo. Y el Torreja me asesina si pasa, porque es de él.
_ Sí, ya sé, acordate de que yo empecé esta conversación. Bueno, a ver, ¿a 200 alcanzás?
_ Sí. En un par de días.
_ Bueno. Pasá por el quiosco de la esquina de la General Paz, adonde te arrebaté, y preguntá si Manteca, que es mi nombre de fantasía, te dejó un sobre. Dale la guita, y te devuelvo el celular adentro del paquete. Cortesía mía, porque me caés bien a pesar de ser medio papariola.
_ Papariola, gato, lince, pará chabón, encima vos sos chorro y yo no te digo nada. Bueno, dale, quedamos así. Sonó el timbre así que me voy al recreo y en los pasillos no puedo sacar el celular porque me ven y me lo sacan, ya te dije. La profesora que tenía recién a veces se hace la que no nos ve y no dice nada, es re copada… odia a la directora o algo así y hace todo al revés de lo que le dicen, no sabés qué bueno que está, no enseña nada. Ella también está buena. Paso pasado mañana, quedamos así, listo.
_ ¿Y las minas?
_ Metete en facebook y fijate “La Rubia renegada del Oeste en éxtasis”. Con encontrar a ésa, ya tenés la pista de todas. Chau, suerte.
_ Acordate de mis consejos, no ando avivando giles por la vida. Así no te vuelven a chorear.
_ Sí, dale. Gracias por todo, chabón. Chau.
_ Chau.
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