Por: Luana Hervier
¿Piensas que no puedes meditar porque tu cabeza no para “ni un segundo”?
La meditación no es estar con la “mente en blanco”. Es estar presente ante lo que está sucediendo.
Meditar te ayuda a observar lo que hay en tu inconsciente: cómo reaccionas ante situaciones difíciles, cuándo tienes miedo, cuándo estás juzgándote, cuándo anticipas situaciones negativas irreales; etc. De esta manera, al estar consciente y tener presente aquello que piensas, te conviertes en el observador de tus pensamientos y de tus emociones para poder actuar en vez de reaccionar; viviendo la vida con mayor tranquilidad.
Con la práctica de la meditación, desde el interior nos llega la paz, la tranquilidad y la fortaleza; cualidades que hacen del meditante una persona más preparada para enfrentar las preocupaciones cotidianas. Para lograr este desafío de todos los días, lo importante es ser consistentes y, sobre todo, tener paciencia.
Entonces… ¿por dónde empiezo?
Hay muchas técnicas de meditaciones; lo importante es que encuentres una con la cual te sientas cómodo. Recuerda que meditar no es el objetivo final si no, un recorrido para encontrar la paz…
Aquí te comparto opciones de prácticas que puedes realizar en pocos pasos y que demandan sólo algunos minutos.
1)Postura: puedes estar sentado con las piernas cruzadas o sobre una silla con los pies en el piso. Columna siempre erguida. Hombros relajados; las manos pueden posarse sobre el regazo o sobre tus rodillas. Si estas muy incómodo en el piso, prueba sentarte sobre un almohadón.
2) Elige tu práctica: Intenta realizar algunas de las siguientes prácticas para ver con cuáles te sientas más confortable y repítelas a diario comenzando con una duración de 5 minutos; la cual puedes ir incrementando a medida que te sientas más cómodo. Tip: siempre colócate una alarma para saber cuándo terminar.
Opciones para comenzar:
A) Repite en silencio Inhalo-Exhalo, visualizando mientas respiras el aire entrando y saliendo de tu cuerpo. Video sugerido.
B) Cuenta 4 tiempos para inhalar y 4 para exhalar.
C) Prueba una clase de meditación guiada; si no puedes asistir presencialmente, puedes escuchar un CD de meditación o buscar clases en la Web (en Youtube encontrarás muchas, aquí tienes una).
D) Encuentra música para inspirarte y meditar repitiendo mantras.
3) Consejo final: recuerda que el mejor momento del día para realizar tus prácticas es apenas amaneces. De esta manera, comenzarás tu rutina diaria relajado, enfocado y pudiendo anticipar cuál es la intención que guía el resto de tu día; de manera que éste fluya armónicamente. Por último, y como siempre digo, no te juzgues: sólo preséntate a tu meditación todos los días sin importar tu estado; poco a poco te acostumbrarás y la mente encontrará balance y calma…
Me cuentan como les fue…
Bendiciones,
Luana Hervier
Conoce más sobre mi Coaching personal: www.luanahervier.com
Me encuentras en Facebook, Twitter y YouTube