Por: Nicolás Gilardi
La derrota con Newell´s dejó al desnudo viejos errores, pero también mostró una mejora en la ofensiva, con un saludable afán de atacar y llevar la presión a la mitad de la cancha. Contra Rafaela se dio un partido similar, aunque la menor jerarquía del rival y la mayor precisión de Boca en el traslado del balón inclinaron la balanza para el lado “azul y oro”.
La última vez mencionábamos la falta de sincronización entre líneas de un equipo que buscaba ahogar al rival en su campo. El domingo Carlos Bianchi logró corregir los movimientos con un cambio apenas empezado el segundo tiempo. Dispuso el ingreso del “Pichi” Erbes -para quien pedíamos una chance- por Ribair Rodríguez. Erbes jugó de 8 y el “Virrey” corrió a Ledesma de volante central. Esta movida permitió que el equipo suba y baje con más velocidad y le dio más respaldo en la marca a Marín, que volvió a sufrir igual que contra Newell´s.
Ribair se desloma en la marca, pero es un jugador más “pesado” que Ledesma y juega muy pegado a los centrales. Tal vez el ensayo Erbes-Ledesma sirva de cara al inminente debut de Gago, quien estaría para jugar dentro de dos fechas, con Vélez.
Yendo a la defensa, el “Cata” Díaz volvió a demostrar que era necesaria su contratación, dando cuenta de su personalidad y corrigiendo los errores de su compañero de zaga. Además, ganó otra vez cuando subió al área rival.
En el medio, Riquelme fue nuevamente el eje por donde pasó el juego y lució además la precisión de su botín derecho. Bien el “Burrito” Martínez, que tuvo uno de sus mejores partidos en Boca. Hasta ahora lo suyo fue irregular y necesitamos que tenga más días como el del domingo. Se viene un rival difícil: Estudiantes en La Plata. A seguir mejorando. Hasta la próxima.